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Isaías 27:10 - Versión Biblia Libre

10 La ciudad fortificada será abandonada, sus casas estarán vacías y solitarias como un desierto. El ganado pastará y descansará allí, desnudando las ramas de sus árboles.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Las ciudades fortificadas quedarán en silencio y vacías; las casas estarán abandonadas, y las calles, cubiertas de mala hierba. Allí pastarán los terneros, masticando ramas y tallos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 La ciudad fortificada está ahora solitaria, permanece abandonada y triste como un desierto. Allí van a pastar los animales, allí crecen y se extienden los matorrales.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 La ciudad fortificada está solitaria, Sus moradas abandonadas, Dejada como un desierto. Allí pastan los novillos, Allí caen y se secan sus sarmientos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 La ciudad fortificada es desolación, morada dejada, abandonada como un desierto. Allí pastará el novillo, allí sesteará y destruirá sus frondas.

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Isaías 27:10
24 Referans Kwoze  

Los pueblos de Aroer quedarán abandonados. Los rebaños vivirán en las calles y descansarán allí, porque no habrá nadie que los ahuyente.


En ese momento sus ciudades fortificadas serán como lugares abandonados por arbustos y árboles, tal como fueron abandonados cuando los israelitas invadieron. El país quedará completamente desolado.


La caótica ciudad se desmorona; todas las casas están cerradas con barrotes para impedir el paso a los demás.


Has convertido la ciudad en un montón de escombros; la ciudad fortificada es ahora una ruina; el palacio de los extranjeros ha desaparecido. Ya no es una ciudad y nunca será reconstruida.


Aunque el granizo puede destruir un bosque y una ciudad puede ser demolida,


El desierto y la tierra seca celebrarán; el desierto florecerá como el azafrán.


Entonces te dirás a ti mismo: “¿Quién dio a luz a todos estos niños por mí? Mis hijos fueron asesinados y no pude tener más; fui desterrado y arrojado a un lado; entonces, ¿quién crió a estos niños? Mira, me abandonaron, así que ¿de dónde han salido?”.


Tus ciudades santas se han convertido en un desierto; Sión se ha convertido en un desierto; sí, incluso Jerusalén es una ruina abandonada.


En ese tiempo, el que logre mantener con vida a una vaca joven y a dos ovejas


De hecho, a todas las colinas que antes se cultivaban con la azada no querrán ir porque se preocuparán por las zarzas y los espinos que hay allí. Sólo serán lugares donde se suelta el ganado y donde las ovejas vagan.


Los pacíficos apriscos han sido arruinados por la feroz ira del Señor.


“Miqueas de Moreset profetizó durante el reinado de Ezequías, rey de Judá. Dijo a todo el pueblo de Judá que esto es lo que dice el Señor Todopoderoso: ‘Sión se convertirá en un campo arado; Jerusalén acabará siendo un montón de escombros, y el monte del Templo estará cubierto de árboles’.


entonces destruiré este Templo como lo hice con Silo, y haré de esta ciudad una palabra de maldición usada por todos en la tierra.


El rey de Babilonia los hizo ejecutar en Ribla, en la tierra de Hamat. Entonces el pueblo de Judá tuvo que abandonar su tierra.


Incluso los caminos de Sión están de luto porque nadie viaja por ellos para ir a las fiestas religiosas. Todas sus puertas están vacías. Sus sacerdotes gimen de tristeza. Sus muchachas sufren. Ella misma está sumida en una amarga angustia.


A causa del Monte Sion, que ha sido abandonado, y donde sólo los zorros deambulan.


Así que ahora, montañas de Israel, escuchen el mensaje del Señor Dios. “Esto es lo que dice el Señor Dios a los montes y a las colinas, a los barrancos y a los valles, a las ruinas desiertas y a las ciudades abandonadas, que las otras naciones que os rodean han saqueado y escarnecido.


Por lo tanto, por causa de ustedes Sión será como un campo arado, y Jerusalén como una montaña de escombros, y el monte en el Templo quedará recubierto de maleza.


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