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Isaías 1:24 - Versión Biblia Libre

24 Esto es lo que dice el Señor, el Señor Todopoderoso, el Poderoso de Israel: ¡Basta! ¡Me alegraré en castigar a mis enemigos, pagando a los que me odian!

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Biblia Reina Valera 1960

24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Por lo tanto, el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, el Poderoso de Israel, dice: «¡Me vengaré de mis enemigos y a mis adversarios les daré su merecido!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Por eso, dice el Señor Yavé Sabaot, el Fuerte de Israel: 'Me desquitaré con mis adversarios me vengaré de mis enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Por tanto, dice el Soberano, YHVH Sebaot, el Fuerte de Israel: ¡Ah, Yo me desquitaré de mis adversarios y me vengaré de mis enemigos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Por eso -oráculo del Señor, Yahveh Sebaot, el Fuerte de Israel-¡ah!, tomaré satisfacción de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.

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Isaías 1:24
22 Referans Kwoze  

Pero él mantuvo su arco firme, y sus brazos y manos se movieron rápidamente con la fuerza del Poderoso de Jacob, que se llama el Pastor, la Roca de Israel.


Él hizo una promesa al Señor, un pacto al Dios de Jacob:


Griten con fuerza y cantad de alegría, pueblos de Sión, porque el Santo de Israel es grande y está entre ustedes”.


Pero ustedes tendrán una canción que cantar como en la noche de una fiesta sagrada. Celebrarán con alegría como los que tocan la flauta cuando suben al monte del Señor, a la Roca de Israel.


Diles a los que tienen miedo: ¡Sean fuertes! ¡No tengan miedo! Miren que su Dios viene a castigar a sus enemigos, y vendrá con la retribución divina para salvaros.


Haré que tus opresores coman su propia carne y beban su propia sangre como si fuera vino. Entonces todos sabrán que yo, el Señor, soy tu Salvador y Redentor, el Poderoso de Israel.


Pagará a todos por lo que han hecho: furia a sus enemigos, venganza a los que se le oponen, revancha a las tierras lejanas.


Las naciones te proveerán de lo necesario, los reyes te cuidarán como si fueras su propio hijo. Sabrás que yo, el Señor, soy tu Salvador y Redentor, el Poderoso de Jacob.


a anunciar el año de gracia del Señor y el día del castigo de nuestro Dios, para consolar a los que lloran.


Porque decidí que éste era el día de mi venganza; ha llegado el año de mi redención.


Pero el que los rescata es poderoso; el Señor Todopoderoso es su nombre. Él los defenderá a ellos y a su causa, para que traiga paz a la tierra, pero problemas al pueblo de Babilonia.


¿No debo castigarlos por todo esto? declara el Señor. ¿No debo tomar represalias por lo que ha hecho esta nación?


Entonces dejaré de estar celoso y furioso contigo. Me calmaré y no me enfadaré más.


Yo también aplaudiré, y entonces se acabará mi ira. Yo, el Señor, he hablado”.


“Un tercio de tu pueblo morirá de enfermedad o de hambre dentro de la ciudad; un tercio morirá a espada fuera de los muros de la ciudad; y un tercio lo esparciré al viento en todas direcciones, y soltaré una espada detrás de ellos para perseguirlos.


“Cuando se acabe mi cólera y haya terminado de castigarlos, entonces estaré satisfecho. Cuando haya terminado de castigarlos, entonces sabrán que yo, el Señor, hablé en serio cuando hablé tan fuerte.


Con enojo y furia ejecutaré mi venganza sobre esas naciones que no me obedecen.


De la misma manera que quiso hacerlos prósperos y aumentar su número, ahora los aniquilará y los destruirá. Serán desarraigado del país que van a poseer.


¡Celebren con él! ¡Que todos los ángeles de Dios lo adoren! Celebren, extranjeros, con su pueblo; porque él pagará a los que mataron a sus hijos. Castigará a sus enemigos, y pagará a los que lo odien; purificará su tierra y su pueblo.


Y ahora espera hasta que todos sus enemigos sean vencidos, y vengan a ser como banquillo para sus pies.


Ahora por esto sus plagas caerán sobre ella en un solo día: muerte, lamento y hambre. El fuego la destruirá por completo, pues el Dios que la condena tiene gran poder”.


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