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Hechos 9:33 - Versión Biblia Libre

33 Allí conoció a un hombre llamado Eneas, quien era paralítico y había quedado confinado a estar en su cama desde hacía ocho años.

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Biblia Reina Valera 1960

33 Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Allí conoció a un hombre llamado Eneas, quien estaba paralizado y postrado en cama hacía ocho años.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 Allí encontró a un tal Eneas, que era paralítico y desde hacía ocho años yacía en una camilla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 Y allí encontró a cierto hombre de nombre Eneas, quien estaba paralizado, acostado en un catre por ocho años.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Encontró allí a un hombre llamado Eneas, que desde ocho años atrás yacía en una camilla, porque estaba paralítico.

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Hechos 9:33
13 Referans Kwoze  

Entonces comenzó a difundirse la noticia acerca de él por toda la provincia de Siria. La gente traía delante de él a todos los que estaban enfermos: personas afligidas por todo tipo de enfermedades, personas poseídas por demonios, enfermos mentales, paralíticos, y él los sanaba a todos.


Allí había una mujer que había estado enferma por causa de un sangrado durante doce años.


“¿Por cuánto tiempo ha tenido esto?” le preguntó Jesús al padre del joven. “Desde que era pequeño”, respondió el padre.


¿Por qué esta mujer, esta hija de Abrahán, a quien Satanás ha tenido atada por dieciocho años, no podría ser desatada y liberada hoy sábado?”


Un hombre que estaba allí, había estado enfermo durante treinta y ocho años. Jesús lo miró, sabiendo que había estado allí por mucho tiempo, y le preguntó:


Mientras Jesús caminaba, vio a un hombre que era ciego desde su nacimiento.


Pero no tenemos idea de cómo es posible que ahora vea, o de quién lo sanó. ¿Por qué no le preguntan a él? pues ya está suficientemente grande. Él puede hablar por sí mismo”.


En la ciudad de Listra había un hombre paralítico, que tenía lisiados los dos pies. Había nacido en esta condición y nunca había podido caminar.


Y habían llevado allí a un hombre que había estado paralítico desde su nacimiento. Todos los días lo ponían allí, junto a la puerta del Templo que se llamaba “La Hermosa”, para que pudiera pedir limosna a las personas que entraban al Templo.


Porque el hombre que había recibido este milagro tenía más de cuarenta años de edad.


Pedro andaba de viaje y fue a visitar a los creyentes que vivían en Lida.


Entonces Pedro le dijo: “¡Eneas, Jesucristo te sana! ¡Levántate y recoge tu camilla!” Y de inmediato Eneas se levantó.


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