Hechos 3:10 - Versión Biblia Libre

¹⁰ Entonces lo reconocieron como el mendigo que solía sentarse junto a la puerta del Templo, La Hermosa, y estaban sorprendidos y maravillados ante lo que le había sucedido a este hombre.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Cuando se dieron cuenta de que él era el mendigo cojo que muchas veces habían visto junto a la puerta Hermosa, ¡quedaron totalmente sorprendidos!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ y lo reconocieron: '¡Es el tullido que pedía limosna junto a la Puerta Hermosa!'. Y quedaron sin palabras, asombrados por lo que había sucedido.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Y lo reconocían que era el mismo que se sentaba° a pedir° limosna en la puerta la Hermosa, del templo; y se quedaron llenos de admiración, y atónitos, a causa de lo que había acontecido.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ y reconocieron que aquél era el mismo que, sentado, pedía limosna junto a la puerta Preciosa del templo, de modo que se llenaron de estupor y pasmo por lo que le había sucedido.

Hechos 3:10 Referans Kwoze

Mateo 14:35

Cuando la gente de allí se dio cuenta de que era Jesús, lo hicieron saber a todos en la región. Entonces trajeron ante Jesús a todos los que estaban enfermos,

Lucas 4:36

Y todos estaban sorprendidos y se preguntaban unos a otros: “¿Qué enseñanza es esta? Pues con poder y autoridad da orden de salir a los espíritus malignos ¡y ellos lo hacen!”

Lucas 9:43

Todos estaban asombrados por esta demostración del poder de Dios. Sin embargo, aunque todos estaban impresionados por todo lo que él hacía, Jesús les advirtió a sus discípulos:

Juan 5:20

Porque el Padre ama al Hijo y le revela todo lo que hace; y el Padre le mostrará incluso cosas más increíbles que van a dejarlos asombrados a ustedes por completo.

Juan 9:3

Jesús respondió: “Ni él, ni sus padres pecaron. Pero para que el poder de Dios pueda manifestarse en su vida,

Juan 9:8

Sus vecinos y aquellos que lo habían conocido como un mendigo, preguntaban: “¿No es este el hombre que solía sentarse y mendigar?”

Hechos 2:12

Y todos estaban sorprendidos y confundidos. Y unos a otros se preguntaban “¿Qué significa esto?”

Hechos 2:7

Y estaban totalmente sorprendidos, diciendo: “Miren, ¿no son Galileos todos estos que están hablando?

Hechos 3:2

Y habían llevado allí a un hombre que había estado paralítico desde su nacimiento. Todos los días lo ponían allí, junto a la puerta del Templo que se llamaba “La Hermosa”, para que pudiera pedir limosna a las personas que entraban al Templo.