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Hechos 14:19 - Versión Biblia Libre

19 Pero entonces ciertos judíos de Antioquía e Iconio llegaron y se ganaron la simpatía de la multitud. Y apedrearon a Pablo, y lo arrastraron hasta las afueras de la ciudad, pensando que estaba muerto.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

19 Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Luego unos judíos llegaron de Antioquía e Iconio, y lograron poner a la multitud de su lado. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Se quedaron allí algún tiempo enseñando. Luego llegaron unos judíos de Antioquía e Iconio y hablaron con mucha seguridad, afirmando que no había nada de verdadero en aquella predicación, sino que todo era una mentira. Persuadieron a la gente a que les dieran la espalda y al final apedrearon a Pablo. Después lo arrastraron fuera de la ciudad, convencidos de que ya estaba muerto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Pero llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio, y después de persuadir a las turbas, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dándolo por muerto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Pero llegaron de Antioquía e Iconio algunos judíos que persuadieron a la multitud y, después de apedrear a Pablo, lo arrastraron fuera de la ciudad, dándolo por muerto.

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Hechos 14:19
26 Referans Kwoze  

Su entierro será el de un burro. Lo arrastrarán y lo tirarán fuera de las puertas de Jerusalén.


Entonces fueron por toda Perga y luego siguieron hasta Antioquía de Pisidia. El sábado fueron a la sinagoga y se sentaron.


Sin embargo, cuando los judíos vieron las multitudes, se pusieron extremadamente furiosos, contradiciendo lo que Pablo decía y maldiciéndolo.


En Iconio ocurrió lo mismo: Pablo y Bernabé fueron a la sinagoga judía y hablaron con tanta seguridad que muchos adoradores, tanto de habla griega como judíos, creyeron en Jesús.


Con estas palabras apenas lograron detener a las multitudes para que no les ofrecieran sacrificios.


Pero los judíos que se negaron a creer en Jesús provocaron sentimientos negativos en los extranjeros, y difamaban de los creyentes delante de ellos.


Y después de predicar la buena noticia con las personas de esa ciudad, y después de que muchos se convirtieran en creyentes, regresaron a Listra, Iconio y Antioquía.


De allí navegaron de regreso hasta Antioquía donde habían comenzado, pues ahí habían sido dedicados en la gracia de Dios para la obra que ahora habían logrado.


Los habitantes de la ciudad estaban divididos, pues algunos apoyaban a los judíos y otros a los apóstoles.


Pero entonces los extranjeros y los judíos, junto a sus líderes, decidieron atacar con piedras a Pablo y a Bernabé.


quienes han arriesgado sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Pero cuando los judíos de Tesalónica oyeron que Pablo también estaba predicando la palabra en Berea, fueron hasta allá, y causaron los mismos disturbios, provocando a las multitudes.


Cuando Esteban fue asesinado por testificar sobre ti, yo estuve allí en pleno acuerdo con los que lo mataron, sosteniendo sus abrigos’.


lo llevaron a rastras fuera de la ciudad, y comenzaron a apedrearlo. Sus acusadores pusieron sus abrigos junto a un joven llamado Saulo.


Yo le mostraré que él tendrá que sufrir por causa de mi nombre”.


Déjenme decirles claramente, mis hermanos y hermanas: Yo muero cada día. Y esto es tan seguro como el orgullo que tengo por lo que Cristo ha hecho en ustedes.


¿Es porque son siervos de Cristo? (Esto podría sonar como una locura). Pero yo he hecho mucho más. He trabajado con más esfuerzo, me han llevado preso en muchas más ocasiones, me han azotado más veces de las que puedo contar, he enfrentado la muerte una y otra vez.


Tres veces fui golpeado con palos, una vez fui apedreado, tres veces naufragué. Una vez duré veinticuatro horas a la deriva en el océano.


Durante muchas ocasiones he afrontado los peligros de cruzar ríos, encontrarme con pandillas de atracadores, ataques de mis propios conciudadanos, así como de extranjeros. He enfrentado peligros en las ciudades, en los desiertos, y en el mar. He enfrentado el peligro de parte de personas que fingen ser cristianos.


Hermanos y hermanas, la experiencia que ustedes han tenido es semejante a la de aquellas iglesias de Dios que pertenecen a Cristo y están en Judá. Así como sus hermanos los judíos cristianos sufrieron en manos de líderes judíos,


y cuánto he sufrido y he sido perseguido. Ya sabes lo que me sucedió en Antioquía, en Iconio y Listra, y las persecuciones que tuve y cómo el Señor me rescató de todas esas cosas.


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