Cuando los constructores pusieron los cimientos del Templo del Señor, los sacerdotes vestidos con sus ropas especiales y portando trompetas, y los levitas (los hijos de Asaf) portando címbalos, todos ocuparon sus lugares para alabar al Señor, siguiendo las instrucciones dadas por el rey David de Israel.
En consecuencia, las obras del Templo de Dios en Jerusalén se detuvieron. La paralización continuó hasta el segundo año del reinado del rey Darío de Persia.
¿Quién es sabio para entender todo esto? ¿Quién tiene el discernimiento para entender? Los caminos del Señor son rectos, pero los rebeldes se tropiezan y caen.
¿cómo eran sus vidas? Esperaban un granero lleno con viente medidas pero solo encontraron diez. Pensaron que podían vaciar cincuenta medidas del lagar pero solo había veinte.
Piensen en lo que harán a partir de este día, hoy, el vigesimo cuarto día del noveno mes, cuando se puso el fundamento para la casa del Señor. Piensen en esto:
Antes de ese tiempo no había suficiente comida para la gente o los animales. Nadie podía vivir con normalidad porque no estaban seguros de sus enemigos, y yo puse a todos los unos contra otros.