Habacuc 3:13 - Versión Biblia Libre

¹³ Saliste a salvar a tu pueblo, a salvar a tu pueblo escogido. Destruiste la cabeza de los malvados, despojándolos hasta los huesos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹³ Saliste para socorrer a tu pueblo, Para socorrer a tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Descubriendo el cimiento hasta la roca. Selah

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹³ Saliste a rescatar a tu pueblo elegido, a salvar a tus ungidos. Aplastaste las cabezas de los perversos y descarnaste sus huesos de pies a cabeza.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹³ Pues llegas en socorro de tu pueblo, para salvar a tu ungido. Al opresor le rompes la cabeza y lo arrasas hasta sus cimiento.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹³ Has salido en socorro de tu pueblo, para salvar a tu ungido. Destrozas el techo de la casa del impío Y desnudas su cimiento hasta la roca. Selah

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹³ Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Aplastas el techo de la casa del impío, descubres sus cimientos hasta la roca. Selah

Habacuc 3:13 Referans Kwoze

2 Samuel 5:20

David fue a Baal-perazim y allí derrotó a los filisteos. “Como un torrente que se desborda, así ha estallado el Señor contra mis enemigos delante de mí”, declaró David. Y llamó a ese lugar Baal-perazim.

Salmos 105:15

“No coloques mano sobre mi pueblo escogido, ni le hagas daño a mis profetas!”

Salmos 105:26

Envió a su siervo Moisés, junto con Aarón, a quienes había escogido.

Salmos 110:6

Ejecutará juicios en las naciones, llenando sus tierras con cadáveres. Derrotará a los que gobiernan toda la tierra.

Salmos 137:7

Señor, recuerda lo que el pueblo de Edom hizo el día que Jerusalén cayó, ellos dijeron “¡Destrúyanla! ¡Destrúyanla hasta los cimientos!”

Salmos 20:6

Ahora sé que el Señor salvó a aquél que había ungido. Le responderá desde su santo cielo, y salvará a su ungido con su diestra poderosa.

Salmos 28:8

El Señor le da fuerza a su pueblo; Él es un refugio seguro para aquél que ha ungido.

Salmos 68:7

Dios, cuando sacaste a tu pueblo, cuando marchaste por el desierto, Selah,

Salmos 77:20

Guiaste a tu pueblo como un rebaño, pastoreado por Moisés y Aarón.

Salmos 99:6

Moisés y Aaron estuvieron entre sus sacerdotes; Samuel también le rogó. Ellos clamaron al Señor por ayuda, y él les respondió.

Isaías 63:11

Entonces ellos pensó en los días de antaño, cuando Moisés sacó a su pueblo de Egipto. Gritaron: ¿Dónde está el que llevó a Israel a través del mar, junto con los pastores de su rebaño? ¿Dónde está el que puso su Espíritu Santo en medio de su pueblo?

Isaías 64:1

Si tan sólo desgarraras los cielos y bajaras. Las montañas temblarían en tu presencia!

Ezequiel 13:14

Demoleré el muro que encalaron, derribándolo hasta dejar al descubierto sus cimientos. La ciudad caerá, y ustedes serán destruidos con ella. Entonces sabrán que yo soy el Señor.

Amós 9:1

Entonces vi al Señor de pie junto al altar y dijo: Golpea la parte alta de los pilares del Templo para que tiemblen sus fundamentos, y caigan sobre la gente. Y a los que sobrevivan los mataré con espada. No se salvará ni siquiera uno.

Josué 10:11

Mientras huían de los israelitas por la ladera de Bet Jorón, el Señor les arrojó grandes piedras de granizo desde el cielo hasta Azeca. Fueron más los muertos por las piedras de granizo que los muertos por las espadas de los israelitas.

Josué 10:24

Cuando trajeron a los reyes a Josué, éste convocó a todos los combatientes y dijo a los comandantes que habían ido con él: “Vengan aquí y pongan sus pies sobre los cuellos de estos reyes”. Así que se acercaron y les pusieron los pies en el cuello.

Josué 10:42

Todos los reyes y sus tierras fueron conquistados por Josué en una sola campaña porque el Señor, el Dios de Israel, luchaba por los israelitas.

Josué 11:12

Josué capturó todas estas ciudades y mató a sus reyes. Las apartó y las destruyó por completo, como lo había ordenado Moisés, el siervo del Señor.

Josué 11:8

El Señor los entregó a los israelitas, que los redujeron y los persiguieron hasta la Gran Sidón y Misrefot Maim, y al este hasta el valle de Mizpa, matándolos hasta que no quedó ninguno.