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Génesis 47:23 - Versión Biblia Libre

23 Entonces José le dijo al pueblo: “¡Escúchenme! Ahora que los he comprado a ustedes y a su tierra para el Faraón, les daré semillas para que siembren los campos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Y José dijo al pueblo: He aquí os he comprado hoy, a vosotros y a vuestra tierra, para Faraón; ved aquí semilla, y sembraréis la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Entonces José le dijo al pueblo: —Miren, hoy los he comprado a ustedes y a sus tierras para el faraón. Les proporcionaré semillas para que puedan sembrar los campos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Entonces José dijo al pueblo: 'Ya ven que los he comprado a ustedes y sus tierras para Faraón. Aquí tienen semillas: siembren la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 José dijo al pueblo: He aquí, hoy os he comprado a vosotros con vuestra tierra para Faraón. Ahí tenéis semilla para sembrar la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Dijo José al pueblo: 'Hoy os he comprado para el Faraón, a vosotros y a vuestras tierras. Ahí tenéis semilla para que sembréis la tierra.

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Génesis 47:23
15 Referans Kwoze  

Las siete vacas flacas y feas que vinieron después de ellas y las siete finas cabezas de grano secadas por el viento del este representan siete años de hambruna.


El país ha sufrido de hambruna durante dos años ya, pero habrá cinco años más sin arar ni cosechar.


La única tierra que no compró fue la de los sacerdotes porque tenían una asignación de alimentos que les proporcionó el Faraón, así que no tuvieron que vender sus tierras.


Sin embargo, cuando recojan la cosecha, tienen que dar una quinta parte al Faraón. Las otras cuatro quintas partes las podrán guardar como semilla para los campos y como alimento para ustedes mismos, sus hogares y sus hijos”.


Las cosas buenas llegan a aquellos que son generosos con sus préstamos y que son honestos a la hora de hacer negocios.


¡Cuán felices son aquellos que cuidan de los pobres! Cuando ellos se encuentren en problemas el Señor los ayudará.


La gente maldice a los que acumulan el trigo, pero bendicen a quienes lo venden.


Si cultivas la tierra, tendrás abundancia de dinero, pero si vas detrás de cosas inútiles, eres un tonto.


La tierra sin arar de los pobres puede producir mucho alimento, pero es robado por causa de la injusticia.


Por la mañana, siembra tu semilla. Por la tarde, no te detengas. Porque no hay manera de saber qué cosecha crecerá bien: una puede ser rentable, o la otra, o tal vez ambas.


Es como la lluvia y la nieve que caen del cielo. No vuelven allí hasta que han regado la tierra, haciendo que las plantas crezcan y florezcan, proporcionando semillas para el sembrador y alimentos para comer.


“Pues ¿quién es el siervo fiel y considerado? Es el que su amo pone a cargo de la familia para que provea el alimento en el momento adecuado.


Dios, quien provee la semilla para el sembrador y da el pan para la comida, proveerá y multiplicará su “semilla” y aumentará sus cosechas de generosidad.


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