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Génesis 34:25 - Versión Biblia Libre

25 Tres días después, mientras aún sufrían dolor, Simeón y Levi, dos de los hijos de Jacob y los hermanos de Dina, llegaron con sus espadas a la ciudad. Sin oponerse, mataron a todos los hombres.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

25 Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Sin embargo, tres días después, cuando aún estaban adoloridos, dos de los hijos de Jacob —Simeón y Leví—, que eran hermanos de Dina por parte de padre y de madre, tomaron sus espadas y entraron en la ciudad sin encontrar resistencia. Entonces masacraron a todos los varones,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Al tercer día, cuando estaban más doloridos, dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, agarraron sus espadas, entraron en la ciudad sin peligro y mataron a todos los varones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y aconteció al tercer día, cuando ellos estaban más° adoloridos, que dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomando cada uno su cuchillo,° llegaron contra la ciudad confiada y asesinaron a todos los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Acaeció que, al tercer día, cuando éstos se hallaban con los dolores de la circuncisión, dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, cada uno con su espada, penetraron sin riesgo en la ciudad y mataron a todos los varones.

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Génesis 34:25
10 Referans Kwoze  

Mataron a Hamor y a Siquem con sus espadas, tomaron a Dina de la casa de Siquem y se fueron.


Pero como se había vuelto orgulloso, Ezequías no reconoció el don que se le había dado. Así que la ira del Señor cayó sobre él, y sobre Judá y Jerusalén.


Los malvados no descansan hasta haber cometido maldad. No pueden dormir sin haber engañado a alguna persona.


Así que ve y mata a todos los niños y a todas las mujeres que se hayan acostado con un hombre.


Atacaron a los madianitas, como el Señor le había dicho a Moisés, y mataron a todos los hombres.


Durante cuarenta años los israelitas viajaron por el desierto hasta que todos los hombres en edad de luchar cuando salieron de Egipto ya habían muerto, porque no habían hecho lo que el Señor les había dicho que hicieran. Así que el Señor había prometido que no les dejaría ver la tierra que había prometido a sus antepasados que nos daría, una tierra que fluye leche y miel.


Una vez que todos fueron circuncidados, se quedaron en el campo hasta que se recuperaron.


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