Génesis 23:13 - Versión Biblia Libre

¹³ y para que todos lo escucharan, le dijo a Efrón: “Por favor, escúchame. Yo pagaré el precio del campo. Toma el dinero y déjame ir a sepultar a mi difunta allí”.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹³ y respondió a Efrón en presencia del pueblo de la tierra, diciendo: Antes, si te place, te ruego que me oigas. Yo daré el precio de la heredad; tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹³ y respondió a Efrón a oídos de todos. —No, escúcheme. Yo se lo compraré. Permítame pagar el precio total del campo, para poder enterrar allí a mi esposa.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹³ A ver si nos entendemos: yo te pago el precio de la finca. Acéptamelo y enterraré en ella a mi difunta.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹³ y habló a Efrón ante el pueblo de aquella tierra, diciendo: ¡Ojalá que tan sólo me escuches! Te doy el valor del campo, acéptamelo, y sepultaré mi difunta allí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹³ y habló a Efrón de modo que todos lo oyeron, diciéndole: 'Escúchame tú a mí, por favor. Yo te pagaré el precio del campo; acéptamelo, y entonces sepultaré allí a mi difunta'.

Génesis 23:13 Referans Kwoze

Génesis 23:12

Abraham se inclinó ante los habitantes locales,

Génesis 23:14

Efrón le respondió a Abraham, diciéndole:

Génesis 33:19

Compró el terreno donde acampaba a los hijos de Hamor, el fundador de Siquem, por 100 monedas.

2 Samuel 24:24

“No, insisto en pagarte por ello”, respondió el rey. “No presentaré al Señor, mi Dios, holocaustos que no me han costado nada”. David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.

Hechos 20:35

Les he dado ejemplo en todo: trabajen para ayudar a los débiles, recordando las palabras del Señor Jesús: ‘Más bendición hay en dar que en recibir’”.

Romanos 13:8

No le deban nada a nadie, excepto amor unos a otros, porque los que aman a su prójimo están cumpliendo la ley.

Colosenses 4:5

Compórtense sabiamente con los extraños, haciendo el mejor uso de cada oportunidad.

Hebreos 13:5

No amen el dinero. Estén contentos con lo que tienen. Dios mismo dijo: “Nunca te defraudaré; nunca te abandonaré”.