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Génesis 21:6 - Versión Biblia Libre

6 Sarah entonces declaró: “Dios me ha hecho reír, y todos los que escuchen acerca de esto se reirán conmigo”.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Sara declaró: «Dios me hizo reír. Todos los que se enteren de lo que sucedió se reirán conmigo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Sara dijo: 'Dios me ha hecho reír, y todos los que se enteren se reirán también.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Entonces dijo Sara: ’Elohim me ha hecho reír. Todo el que lo oiga, reirá conmigo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Dijo Sara: 'Es de risa lo que me ha hecho Dios; todo el que se entere se reirá a cuenta mía'.

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Génesis 21:6
17 Referans Kwoze  

Abraham se inclinó y puso su rostro en el suelo. Pero por dentro se reía, y se preguntaba: “¿Cómo podré tener un hijo a la edad de cien años? ¿Cómo podría Sara tener un hijo a sus noventa años?”


Alegra el hogar de la mujer estériles dándoles hijos. ¡Alaben al Señor!


Reímos mucho y cantamos de alegría. Las otras naciones dijeron, “El Señor ha hecho cosas maravillosas por su pueblo”.


¿De verdad? ¿Puede una madre olvidarse de su bebé lactante? ¿Puede olvidarse de ser bondadosa con el niño que lleva en su vientre? Aunque ella pudiera olvidarse, ¡yo nunca me olvidaré de ti!


Entonces te dirás a ti mismo: “¿Quién dio a luz a todos estos niños por mí? Mis hijos fueron asesinados y no pude tener más; fui desterrado y arrojado a un lado; entonces, ¿quién crió a estos niños? Mira, me abandonaron, así que ¿de dónde han salido?”.


¡Canta de alegría, mujer sin hijos, tú que has tenido un bebé! ¡Grita en voz alta y canta de alegría, Jerusalén, tú que nunca has dado a luz! Porque la mujer abandonada tiene ahora más hijos que la casada, dice el Señor.


Que sea maldito el hombre que le trajo a mi padre la noticia que lo alegró mucho, diciendo: “Tienes un hijo”.


Él te traerá gozo y alegría, y muchos celebrarán su nacimiento.


Sus vecinos y parientes oyeron cómo el Señor le había mostrado gran bondad, y celebraron con ella.


Alégrense con los que estén alegres; lloren con los que lloran.


Por su fe en Dios, incluso la misma Sara pudo concebir un hijo aunque fuera muy vieja para hacerlo, pues creyó en Dios, que había hecho la promesa.


“Por favor, mi señor”, dijo Ana, “con toda seguridad, mi señor, yo soy la mujer que estuvo aquí con usted orando al Señor.


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