Ezequiel 9:11 - Versión Biblia Libre

¹¹ Entonces, el hombre de lino con el equipo de escritura regresó e informó: “He hecho lo que me dijiste que hiciera”.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Y he aquí que el varón vestido de lino, que tenía el tintero a su cintura, respondió una palabra, diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Luego regresó el hombre vestido de lino, que llevaba el estuche de escriba, e informó: «Ya hice lo que me ordenaste».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ En ese momento, el hombre que llevaba un traje de lino y que tenía una tablilla en la cintura, llegó para dar cuenta; declaró: 'Hice todo lo que me ordenaste.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Y he aquí, el varón vestido de lino blanco, que llevaba el tintero ceñido a sus lomos, dio cuenta diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Y entonces el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura informó diciendo: 'He cumplido lo que me has mandado'.

Ezequiel 9:11 Referans Kwoze

Salmos 103:20

¡Alaben al Señor, ángeles, ustedes poderosos que hacen lo que él dice, escuchando lo que él les ordena!

Ezequiel 10:1

Miré hacia arriba y vi lo que parecía un trono hecho de lapislázuli más allá de la extensión, muy por encima de las cabezas de los querubines.

Ezequiel 9:10

Pero ciertamente no seré amable con ellos ni tendré piedad. Me aseguraré de que sufran las consecuencias de lo que han hecho”.

Ezequiel 9:2

Observé que seis hombres se acercaban por la puerta superior que da al norte. Todos ellos llevaban hachas de combate. Había otro hombre con ellos. Estaba vestido de lino y tenía a su lado un kit de escritura de escriba. Entraron y se colocaron junto al altar de bronce.

Apocalipsis 16:17

Entonces el séptimo ángel derramó su copa en el aire, y del Templo salió una gran voz, que venía desde el trono, y gritaba: “¡Está hecho!”

Apocalipsis 16:2

Entonces el primer ángel fue y derramó su copa sobre la tierra, y comenzaron a salir terribles y dolorosas llagas en las personas que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.