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Ezequiel 7:11 - Versión Biblia Libre

11 Su camino de violencia se ha convertido en una vara para castigarlos por su maldad. Ninguno de ellos sobrevivirá, ni toda esa multitud, ni su riqueza ni su honor.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 La violencia se ha levantado en vara de maldad; ninguno quedará de ellos, ni de su multitud, ni uno de los suyos, ni habrá entre ellos quien se lamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 La violencia de ellos se ha transformado en una vara que los azotará por su perversidad. Ninguno de esos orgullosos y perversos sobrevivirá. Toda su riqueza y prestigio se esfumará.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 la violencia reina, castiga perversamente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 la violencia triunfa hasta convertirse en cetro del malvado. Pero no quedará nada de ellos, ni de su multitud, ni de su hacienda, ni habrá quien se lamente por ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 La violencia reemplaza al cetro impío, nada quedará de ellos, llegará sin tardanza y sin tumulto.

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Ezequiel 7:11
28 Referans Kwoze  

Los impíos no gobernarán para siempre sobre la tierra de los fieles, porque de otra forma, los fieles terminarían haciendo el mal.


Ellos se burlan de las personas y hablan con maldad. Con arrogancia y crueldad lanzan amenazas.


Sus sacerdotes fueron asesinados con espadas y sus viudas no pudieron hacer duelo por ellos.


Todos ustedes, filisteos, no celebren que se haya roto la vara que los golpeaba, porque de la raíz de esa serpiente crecerá una víbora, su fruto será una serpiente voladora.


Israel es la viña del Señor Todopoderoso, y el pueblo de Judá son las plantas de su jardín que lo hacen feliz. Sin embargo, mientras esperaba justicia, sólo veía injusticia; esperaba que la gente viviera bien, pero sólo escuchaba los gritos de los que sufrían.


Porque romperás el yugo que los agobia, la barra sobre sus hombros y la vara de los opresores que los golpean, como hiciste cuando derrotaste al ejército madianita.


Esto es lo que dice el Señor sobre Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá: No harán duelo por él, diciendo: “¡Qué triste, hermano mío! Qué tristeza, hermana mía!” No llorarán por él, diciendo: “¡Qué triste, mi señor! Qué triste, su majestad!”


Los muertos por el Señor en ese momento cubrirán la tierra de un extremo a otro. Nadie los llorará, ni los recogerá, ni los enterrará. Serán como montones de estiércol tirados en el suelo.


Como un manantial que rebosa de agua, por lo que vierte su maldad. Los sonidos de la violencia y el abuso resuenan en su interior. Veo gente enferma y herida por todas partes.


Pondré fin a los sonidos alegres de la celebración y a las voces felices de los novios de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén, porque el país se convertirá en un desierto.


Esto es lo que dice el Señor Dios: ¡Ya hancausado bastante daño, príncipes de Israel! ¡Dejen de usar la violencia y de maltratar a la gente! Hagan lo que es bueno y correcto. Dejen de desalojar a la gente y de robar sus bienes, declara el Señor Dios.


“En vida, declara el Señor Dios, por haber ensuciado mi santuario con todos tus ídolos ofensivos y tus prácticas repugnantes, dejaré de tratarte bien. No seré bondadoso contigo; no te mostraré ninguna piedad.


Toma algunos de ellos y arrójalos al fuego para quemarlos. Un fuego se extenderá desde allí para quemar a todos en Israel.


“Esto es lo que dice el Señor Dios: Golpéense con las manos, pataleen y griten: ‘¡Oh, no!’ Hazlo por toda la terrible maldad del pueblo de Israel. Van a morir por la espada, el hambre y la enfermedad.


Los que sobrevivan escaparán y se irán a vivir a las montañas. Suspirarán como las palomas del valle, cada uno pensando en sus propios pecados.


“Hijo de hombre, esto es lo que dice el Señor Dios al pueblo que vive en Israel: “¡El fin ha llegado! El fin ha llegado a todo el país.


Prepara las cadenas, porque el país está lleno de sangre derramada por crímenes violentos, y la ciudad misma está llena de violencia.


“Hijo de hombre -me dijo-, ¿has visto esto? El pueblo de Judá no se contenta con hacer estas cosas repugnantes. También cometen crímenes violentos en todo el país y siguen haciéndome enojar. Mira cómo me insultan deliberadamente!


Ellos no saben hacer lo recto, declara el Señor. Han guardado en sus castillos lo que han arrebatado con violencia y lo que han robado.


Ustedes no quieren ni pensar en la desgracia que está por venir, pero están apresurando la llegada del tiempo en que reinará la violencia.


Arrebatan los campos que quieren. Se apoderan de las casas que quieren. Estafan a la gente para tomar sus casas, y roban su herencia.


Comen la carne de mi pueblo, le arrancan la piel y quiebran sus huesos. Cortan su carne en pedazos como carne que se echa a un caldero, como carne que se echa a una olla para cocinar”.


Los ricos entre tu pueblo ganan el dinero con violencia. Ellos mienten y engañan.


Su plata y su oro no los salvarán el día de la ira del Señor. Toda la tierra será consumida con el fuego del celo de su ira. Él se asegurará de que la destrucción de los habitantes del mundo sea repentina y completa.


Todo aquél que no muestra misericordia, será juzgado sin misericordia. ¡Sin embargo, la misericordia triunfa sobre el juicio!


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