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Ezequiel 47:1 - Versión Biblia Libre

1 El hombre me llevó de vuelta a la entrada del Templo. Vi que el agua salía de debajo del umbral del Templo y fluía hacia el este (porque el Templo estaba orientado hacia el este). El agua salía de debajo del lado sur del Templo y corría al sur del altar.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 En mi visión, el hombre me llevó nuevamente a la entrada del templo. Allí vi una corriente de agua que fluía hacia el oriente por debajo de la puerta del templo y pasaba por la derecha de la parte sur del altar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El me llevó a la entrada del Templo y vi que brotaba agua de debajo del dintel de la Casa: corría hacia el oriente igual como la Casa que daba al oriente. El agua brotaba del lado sur del altar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Me condujo nuevamente a la entrada de la Casa, y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la Casa hacia el oriente, porque la fachada de la Casa miraba al oriente, y las aguas venían desde abajo, del lado derecho de la Casa, al sur del altar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Después me hizo volver a la entrada del templo, y vi que manaba agua de debajo del umbral del templo hacia oriente -pues la fachada del templo daba a oriente- y que el agua bajaba por debajo de la pared lateral derecha del templo, al sur del altar.

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Ezequiel 47:1
20 Referans Kwoze  

Un río fluye para traer felicidad a los que viven en la ciudad de Dios, la ciudad santa donde vive el Altísimo.


Dios está en la mitad de la ciudad; y esta nunca caerá. Dios la protege con la rapidez de la luz.


Los cantores y bailarines dirán: “Viviendo aquí me siento en casa”.


La gente vendrá y dirá: “Subamos al monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob. Allí Dios nos enseñará sus caminos y seguiremos sus indicaciones. Las enseñanzas de Dios se extenderán desde Sión, y su palabra desde Jerusalén”.


En ese tiempo, cuando tus enemigos sean asesinados y las fortalezas caigan, correrán arroyos de agua por todas las montañas y colinas.


Vengan todos los que tienen sed, vengan a beber el agua. Los que no tienen dinero, vengan, pueden comprar y comer. Vengan y compren vino y leche; no necesitan dinero; no cuesta nada.


Porque mi pueblo ha hecho dos cosas malas. Me han abandonado a mí, la fuente de agua viva, y han cavado sus propias cisternas: cisternas rotas que no pueden retener el agua.


Luego subió los escalones de la puerta que daba al este. Midió que el umbral de la puerta tenía seis codos de profundidad.


La entrada tenía diez codos de ancho, y los lados de la entrada tenían cinco codos de largo a ambos lados. Midió el santuario exterior de cuarenta codos de largo y veinte de ancho.


Me dijo: “Estas son las cocinas donde los que sirven en el Templo cocinarán las ofrendas de sacrificio del pueblo”.


“A ambos lados del río crecerán todo tipo de árboles frutales. Sus hojas no se marchitarán y no dejarán de producir frutos. Producirá frutos todos los meses, porque el río que fluye desde el santuario viene a regarlos. Sus frutos se comerán como alimento y sus hojas se usarán para curar”.


Luego me sacó por la puerta norte y me llevó por el exterior hasta la puerta exterior que daba al este. Vi que salía agua del lado sur de la puerta.


“En ese tiempo, descenderá vino nuevo de las montañas, y las colinas producirán leche, y los cauces de Judá tendrán agua. Una fuente fluirá del Templo y regará el Valle de Sitín.


Ese día se abrirá una fuente que brotará continuamenteporque la casa de David y el pueblo de Jerusalén para limpiar su pecado e impureza.


Ese día, sus pies estarán sobre el monte de los olivos, que da la cara a Jerusalén, hacia el Este. El Monte de los Olivos se partirá en dos, la mitad hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur, creando un valle amplio de Este a Oeste.


Ese día saldrá agua viva de Jerusalén, y la mitad irá al Este, hacia el Mar Muerto, y la mitad irá al Oeste, al mar Mediterráneo, fluyendo en verano e invierno por igual.


Y el ángel me mostró el río de agua de vida, limpio como el cristal, que brotaba desde el trono de Dios y del Cordero,


El Espíritu y la novia dicen: “Ven”. Quien escucha esto, diga: “Ven”. Quien tenga sed, venga, y a quien quiera le daré gratuitamente del agua de vida.


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