Ezequiel 3:14 - Versión Biblia Libre

¹⁴ Como dije, el Espíritu me levantó y me llevó. Mientras avanzaba, me sentía molesto y enojado; sin embargo, el poder del Señor había tomado pleno control de mí.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Me levantó, pues, el Espíritu, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, pero la mano de Jehová era fuerte sobre mí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ El Espíritu me levantó y me sacó de allí. Salí amargado y confundido, pero era fuerte el poder del Señor sobre mí.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ El espíritu me había levantado, me había arrebatado. Quedé lleno de amargura, con el espíritu afiebrado, porque la mano de Yavé pesaba fuertemente sobre mí.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Me alzó pues el espíritu, y me llevó, y yo iba con amargura, en la indignación de mi espíritu, pues la mano de YHVH pesaba gravemente sobre mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ El espíritu me elevó y me arrebató, y yo iba amargado por la excitación de mi espíritu, pues la mano de Yahveh pesaba sobre mí.

Ezequiel 3:14 Referans Kwoze

1 Reyes 18:12

No tengo idea de adónde te llevará el Espíritu del Señor después de que te deje. Si voy y se lo digo a Acab y luego no te encuentra, me va a matar, aunque yo, tu siervo, he adorado al Señor desde que era joven.

1 Reyes 18:46

El Señor le dio su poder a Elías: se metió el manto en el cinturón y corrió delante de Acab hasta Jezrel.

2 Reyes 2:16

“Mira”, le dijeron a Eliseo, “nosotros, tus siervos, tenemos aquí cincuenta hombres buenos. Por favor, permíteles ir a buscar a tu amo. Tal vez el Espíritu del Señor se lo ha llevado y lo ha puesto en una montaña o en un valle en alguna parte”. “No te molestes en enviarlos”, respondió Eliseo.

2 Reyes 3:15

Ahora tráeme un músico”. Mientras el músico tocaba, el poder del Señor cayó sobre Eliseo,

Isaías 8:11

Pues esto es lo que me dijo el Señor, sujetándome con mano fuerte, instruyéndome para que no siguiera el camino de este pueblo. Me dijo:

Jeremías 6:11

Pero en cuanto a mí, estoy lleno de la ira del Señor; me cuesta mucho contenerla. El Señor responde, Derrámalo sobre los niños en la calle, y sobre los grupos de jóvenes, porque tanto el marido como la mujer van a ser capturados; son todos, y no importa la edad que tengan.

Ezequiel 1:3

un mensaje del Señor fue dado al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de Babilonia junto al río Quebar. Allí le llegó el poder del Señor).

Ezequiel 11:1

Entonces el Espíritu me recogió y me llevó a la entrada oriental del Templo del Señor. Veinticinco hombres estaban reunidos allí en la entrada. Reconocí entre ellos a Jaazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Benaía, líderes del pueblo.

Ezequiel 3:12

El Espíritu me levantó, y oí un ruido muy fuerte detrás de mí que parecía un terremoto. (¡Alabado sea la gloria del Señor donde vive!)

Ezequiel 37:1

El Señor me recogió y me llevó con su Espíritu. Me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.

Ezequiel 40:1

Al principio del año, el día diez del mes del vigésimo quinto año de nuestro exilio, (catorce años después de la toma de Jerusalén), fue el día exacto en que el poder del Señor vino sobre mí y me llevó allí a la ciudad.

Ezequiel 43:5

Entonces el Espíritu me levantó y me llevó al patio interior, y la gloria del Señor llenó el Templo.

Ezequiel 8:1

El quinto día del sexto mes del sexto año, yo estaba sentado en mi casa con los ancianos de Judá y el poder del Señor Dios se apoderó de mí allí.

Ezequiel 8:3

Extendió lo que parecía ser una mano y me levantó por el pelo. El Espíritu me llevó al cielo, y en la visión que Dios me estaba dando me llevó a Jerusalén, a la entrada de la puerta norte del patio interior del Templo, donde se había colocado el ídolo ofensivo que enfurecía a Dios.

Juan 4:1

Cuando Jesús se dio cuenta que los Fariseos habían descubierto que él estaba ganando y bautizando más discípulos que Juan,

Juan 4:3

se fue de Judea y regresó a Galilea.

Juan 4:9

“Tú eres un judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Cómo puedes pedirme que te dé de beber?” respondió la mujer, pues los judíos no se asocian con los samaritanos.

Hechos 8:39

Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó a Felipe. Y el eunuco no lo vio más, pero siguió su camino con alegría. Felipe se encontró entonces en Azoto.

Apocalipsis 10:10

Así que tomé el pequeño rollo del ángel y me lo comí. Y en mi boca fue dulce como la miel, pero fue amargo en mi estómago.