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Ezequiel 3:10 - Versión Biblia Libre

10 “Hijo de hombre”, añadió, “presta mucha atención a todo lo que te digo y reflexiona profundamente sobre ello.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego agregó: «Hijo de hombre, que todas mis palabras penetren primero en lo profundo de tu corazón. Escúchalas atentamente para tu propio bien.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Me dijo: 'Hijo de hombre, recibe en tu corazón, escucha con tus oídos todas las palabras que te voy a decir;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Me dijo además: Hijo de hombre, recibe en tu corazón todas las palabras que te digo, y escúchalas con tus oídos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Luego me dijo: 'Hijo de hombre, todas las palabras que yo te diga recíbelas en tu corazón y óyelas con tus oídos;

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Ezequiel 3:10
13 Referans Kwoze  

Escucha lo que te dice y no olvides sus palabras.


En mi mente guardo tus enseñanzas para no pecar contra ti.


Verdaderamente que la salvación de Dios está con los que hacen lo que él ordena. Su presencia gloriosa vivirá con nosotros en nuestra tierra.


Escucha el consejo y acepta la instrucción, para que con el tiempo te vuelvas sabio.


Elige mi enseñanza por encima de la plata; elige el conocimiento más que el oro puro.


Sólo diles lo que yo digo, te escuchen o no, porque son rebeldes.


“En cuanto a ti, hijo de hombre, presta atención a lo que te digo. No seas rebelde como esos rebeldes. Abre la boca y come lo que te voy a dar”.


Ve a tu pueblo que está en el exilio. Diles que esto es lo que dice el Señor Dios, tanto si te escuchan como si no”.


Haré que tu mente sea como un adamante, más duro que el pedernal. No tengas miedo de lo que digan ni te desanimes por la forma en que te miran, aunque sean un pueblo rebelde”.


Las semillas que son sembradas en buena tierra son aquellos que son honestos y hacen lo correcto. Ellos oyen el mensaje de la verdad, se aferran a él, y por su perseverancia producen buena cosecha.


Hay otra cosa, y es que siempre le damos gracias a Dios porque cuando ustedes escucharon y aceptaron su palabra, no la recibieron como si fueran palabras humanas, sino como lo que realmente es: como la palabra de Dios. Y esto es lo que obra en los que creen en él.


Les digo unas cuantas cosas más: Hermanos y hermanas, les rogamos y los exhortamos en el Señor Jesús para que se comporten de una manera que agrade a Dios, tal como les enseñamos. Desde luego que ya lo hacen, ¡pero sigan haciéndolo cada vez más!


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