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Ezequiel 10:18 - Versión Biblia Libre

18 Entonces la gloria del Señor salió de la entrada del Templo y se detuvo sobre los querubines.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Luego la gloria del Señor salió de la entrada del templo y se sostenía en el aire por encima de los querubines.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 La Gloria de Yavé salió de la Casa y se detuvo encima de los querubines.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Entonces la gloria de YHVH se retiró de sobre el umbral de la Casa, y quedó sobre los querubines.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 La gloria de Yahveh traspasó el umbral y se colocó sobre los querubines.

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Ezequiel 10:18
18 Referans Kwoze  

Después de sacarlos del jardín, el Señor puso al oriente del jardín ángeles y una espada que daba su resplandor en todas las direcciones. Esto con el fin de que no pudieran acceder al árbol de la vida.


Mientras caminaban hablando, un carro de fuego y caballos de fuego se interpuso entre ellos, y Elías fue llevado en el torbellino al cielo.


Cabalgando sobre un ángel voló, surcando los cielos sobre las alas del viento.


Se escondió en la oscuridad, cubriéndose con negras nubes tormentosas.


El Señor reina; ¡Tiemblen todas las naciones! Porque él se sienta en su trono sobre los querubines; ¡Qué la tierra tiemble!


Te advierto, pueblo de Jerusalén, que voy a abandonarte con disgusto. Te destruiré y dejaré tu país deshabitado.


Te di la posición de querubín guardián y te ungí. Vivías en el monte santo de Dios y caminabas entre las piedras de fuego.


así como los umbrales y las ventanas estrechas y las salas abiertas que lo rodeaban con sus tres niveles hasta el umbral inclusive, estaban cubiertos de madera por todos lados. Esto se extendía desde el suelo hasta las ventanas.


Allí vi la gloria del Dios de Israel que venía del este. Su voz sonaba como una cascada atronadora, y la tierra resplandecía con su gloria.


“Hijo de hombre”, me dijo, “¿ves lo que están haciendo? ¿Mira los repugnantes pecados que está cometiendo el pueblo de Israel y que me están alejando de mi santuario? Pero vas a ver pecados aún más repugnantes que éstos”.


Incluso si lograsen concebir hijos, yo me encargaré de que no sobrevivan. ¡Grande es el desastre que vendrá sobre ti cuando yo me aleje!


Su amo se levantó por la mañana y abrió la puerta de la casa. Salió para continuar su viaje y allí estaba su concubina, tendida en la puerta de la casa, con las manos agarradas al umbral.


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