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Éxodo 30:10 - Versión Biblia Libre

10 “Una vez al año, Aarón debe realizar el ritual de expiación poniendo en los cuernos del altar la sangre de la ofrenda por el pecado para la expiación. Este ritual anual de expiación debe ser llevado a cabo por las generaciones futuras. Este es el altar sagrado del Señor”.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Una vez al año, Aarón deberá purificar el altar untando los cuernos con sangre de la ofrenda que se hace para purificar al pueblo de su pecado. Esta ceremonia se llevará a cabo todos los años, de generación en generación, porque ese altar es el más santo del Señor».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Una vez al año Aarón hará la expiación sobre los cuernos del altar. Hará la expiación sobre el altar una vez al año con la sangre del sacrificio por el pecado, y esto, de generación en generación. Será, pues, un lugar muy sagrado para Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 pues sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez al año con la sangre de la ofrenda de la expiación por el pecado. Una vez al año hará expiación sobre él por vuestras generaciones. Será santísimo para YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Una vez al año, Aarón hará la expiación sobre los cuernos del altar. Con la sangre de la víctima por el pecado hará sobre él la expiación una vez al año, de generación en generación. Este altar será santísimo para Yahveh'.

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Éxodo 30:10
18 Referans Kwoze  

Adonías estaba aterrorizado por Salomón, así que salió corriendo. Fue y se agarró a los cuernos del altar.


Sin embargo, eran Aarón y sus descendientes quienes daban ofrendas en el altar de los holocaustos y en el altar del incienso y hacían todo el trabajo en el Lugar Santísimo, haciendo la expiación por Israel según todo lo que había ordenado Moisés, el siervo de Dios.


El Señor le dijo a Moisés:


No ofrezcas en este altar ningún incienso no aprobado, ni ningún holocausto ni ofrenda de grano, y no derrames sobre él ninguna libación.


Así es como corregirá el Lugar Santísimo y lo purificará de la inmundicia de los israelitas, de sus actos de rebelión y de todos sus pecados. Hará lo mismo con el Tabernáculo de Reunión que está en medio de su campamento, rodeado de sus vidas inmundas.


“Entonces irá al altar que está delante del Señor y lo purificará. Tomará la sangre del toro y del macho cabrío y la pondrá en todos los cuernos del altar.


El Señor le dijo a Moisés: “Adviértele a tu hermano Aarón que no venga al Lugar Santísimo en cualquier momento que lo desee, de lo contrario morirá. Porque ahí es donde aparezco en la nube sobre la cubierta de expiación del Arca, detrás del velo.


“El Día de la Expiación es el décimo día de este séptimo mes. Celebrarán una reunión sagrada, negándose a sí mismos, y presentarán una ofrenda de comida al Señor.


Pondrá un poco de sangre en los cuernos del altar que está delante del Señor en el Tabernáculo de Reunión. Luego derramará el resto de la sangre del toro en el fondo del altar de los holocaustos a la entrada del Tabernáculo de Reunión.


El sacerdote pondrá un poco de sangre sobre los cuernos del altar de incienso aromático que está ante el Señor en el Tabernáculo de Reunión. El resto de la sangre del toro la derramará en el fondo del altar de los holocaustos, a la entrada del Tabernáculo de Reunión.


El Hijo es la gloria radiante de Dios, y la expresión visible de su verdadero carácter. Él sostiene todas las cosas con su poderoso mandato. Cuando hizo provisión para limpiar el pecado, se sentó a la diestra de la Majestad del cielo.


Esto no tiene como fin ofrecerse repetidas veces, como un sumo sacerdote que tiene que entrar al Lugar Santísimo después de un año, ofreciendo sangre que no es suya.


Pero solo el sumo sacerdote entraba a la segunda sala, y solo una vez al año. Incluso en ese momento tenía que hacer un sacrificio que incluyera sangre, el cual era ofrecido por sí mismo y por los pecados que el pueblo hubiera cometido por ignorancia.


Entonces el sexto ángel hizo sonar su trompeta. Y escuché una voz que venía desde los cuernos del altar de oro que está frente a Dios


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