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Efesios 5:29 - Versión Biblia Libre

29 pues nunca nadie aborrece su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, así como Cristo lo hace por la iglesia,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Y nadie aborrece su cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida. Y eso es justamente lo que Cristo hace por la Iglesia,

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 porque ninguno aborreció jamás su propio cuerpo, al contrario, lo sustenta y cuida,° como también el Mesías a la iglesia,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 pues nadie jamás odió a su propia carne, sino que la alimenta y la cuida, como también Cristo a la Iglesia,

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Efesios 5:29
13 Referans Kwoze  

“¡Por fin!” dijo Adán. “Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ella será llamada mujer, porque fue sacada del hombre”.


Si eres bondadoso, obtendrás recompensa; pero si eres cruel, te harás daño a ti mismo.


Los insensatos se cruzan de brazos y no hacen nada, así que al final se agotan.


Cuida de su rebaño como un pastor. Coge a los corderos en brazos y los estrecha contra su pecho. Conduce a los que amamantan a las crías.


Los árboles de los huertos producirán sus frutos, la tierra cultivará sus cosechas y mi rebaño vivirá seguro en su país. Entonces sabrán que yo soy el Señor, cuando rompa sus yugos de esclavitud y los libere de quienes los hicieron esclavos.


¡Oh Jerusalén, Jerusalén, tu matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! Tantas veces he querido reunir a tus hijos así como una gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas, pero no me dejaste.


Miren las aves—ellas no siembran ni cosechan, ni guardan alimento en los graneros, porque el Padre celestial las alimenta. ¿No son ustedes más que las aves?


No quieren entender, no cumplen sus promesas, no muestran ningún tipo de bondad o compasión.


Los esposos deben amar a sus esposas de esta manera, así como aman sus propios cuerpos. Un hombre que ama a su esposa se ama a sí mismo,


pues nosotros somos partes de su cuerpo.


“Es por esto que un hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se unen, siendo ahora uno solo”.


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