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Deuteronomio 4:39 - Versión Biblia Libre

39 Así que hoy tengan la certeza de esto y no lo olviden nunca: el Señor es el único Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

39 Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

39 »Entonces recuerda lo siguiente y tenlo siempre presente: el Señor es Dios en los cielos y en la tierra, y no hay otro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

39 Por tanto, reconoce ahora y trata de convencerte de que Yavé es el único Dios del cielo y de la tierra, y que no hay otro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

39 Por tanto, reconoce hoy, y reflexiona en tu corazón que YHVH es ’Elohim arriba en los cielos y abajo en la tierra, y que no hay otro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 Tú debes saber hoy, por lo tanto, y recordarlo en tu corazón, que Yahveh es el único Dios en lo alto del cielo y aquí abajo en la tierra, y que no existe ningún otro.

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Deuteronomio 4:39
24 Referans Kwoze  

“¡Qué grande eres, Señor Dios! Realmente no hay nadie como tú; no hay otro Dios, sólo tú. Nunca hemos oído hablar de otro.


“Señor, realmente no hay nadie como tú; no hay otro Dios, sólo tú. Nunca hemos oído hablar de ningún otro.


“Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre. Sírvele con total dedicación y con una mente dispuesta, porque el Señor examina cada motivación y entiende la intención de cada pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si lo abandonas, te rechazará para siempre.


Señor, tuyos son la grandeza, el poder, la gloria, el esplendor y la majestad, porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Señor, tuyo es el reino, y eres admirado como gobernante de todo.


y dijo: “Señor, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú el Dios del cielo? ¿No dominas todos los reinos terrestres? Posees fuerza y poder, y nadie puede enfrentarse a ti.


¡Sepan que el Señor es Dios! Él nos creó, y le pertenecemos. Somos su pueblo, el rebaño por el cual se preocupa.


Nuestro Dios está en el cielo, y Él hace lo que quiere.


El Señor hace lo que le place en los cielos y en la tierra, en el mar y en los océanos profundo.


“Hazlo mañana”, respondió el Faraón. Moisés dijo: “Sucederá como has pedido para que sepas que no hay nadie como el Señor nuestro Dios.


El buey conoce a su dueño, y el asno conoce su comedero; pero mi pueblo no me conoce y no me entiende.


“Sin embargo, ustedes son mis testigos, declara el Señor, y mi siervo elegido, para que piensen en ello, y me crean y comprendan que yo soy Dios. Ningún dios me precedió, y ninguno vendrá después de mí.


¡No teman, no tengan miedo! ¿No les dije hace tiempo lo que iba a hacer? ¿No les expliqué lo que iba a hacer? Ustedes son mis testigos. ¿Hay algún otro Dios además de mí? No hay otra roca, ¡no conozco ninguna!


En sus fiestas ustedes tienen liras y arpas, panderetas y flautas, y vino, pero nunca consideran lo que hace el Señor, y no reconocen su ayuda.


Todos los que viven en la tierra son como nada comparados con él. Él hace lo que quiere entre las huestes celestiales y entre los que viven en la tierra. Nadie puede retenerlo de lo que hace, ni preguntarle: “¿Qué haces?” .


Pero no se dan cuenta de que yo me acuerdo de toda su maldad. Sus pecados los rodean y siempre están delante de mi.


De modo que en cuanto a comer los alimentos sacrificados a ídolos: sabemos que no existe tal cosa como los ídolos en el mundo, y que hay solo un Dios verdadero.


Pero para nosotros solo hay un Dios, el Padre, a partir del cual fueron hechas todas las cosas, y él es el propósito de nuestra existencia; y un Señor, Jesús, por medio de quien todas las cosas fueron hechas, y él es el mediador de nuestra existencia.


El Señor fue el único que te guió; ningún dios extranjero estaba con él.


Cómo me gustaría que fueran sabios, para que pudieran entenderlo; así reconocerían cuál puede ser su fin!


Se les mostró todo esto para que tuvieran la certeza de que el Señor es Dios y no hay nadie como él.


Escucha, pueblo de Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es el único.


Por eso puedes estar seguro de que el Señor tu Dios es el verdadero Dios, el Dios fiel que cumple su acuerdo basado en un amor digno de confianza a mil generaciones de los que le aman y guardan sus mandamientos.


Al oír esto, nuestro ánimo decayó. A nadie le quedó ningún espíritu de lucha por causa de ustedes. Porque el Señor su Dios es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra.


¡No hay nadie santo como el Señor, nadie aparte de ti, ninguna Roca como nuestro Dios!


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