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Deuteronomio 3:6 - Versión Biblia Libre

6 Las separamos para su destrucción, como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, matando a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Destruimos por completo el reino de Basán, de la misma manera que habíamos destruido a Sehón, rey de Hesbón. En cada ciudad conquistada, aniquilamos a toda la gente, tanto hombres como mujeres y niños.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Los consagramos en anatema, exterminando a aquella gente, como lo habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón: acabamos con todas las ciudades, hombres, mujeres y niños.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y las dedicamos al exterminio, tal como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, exterminando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 las dimos al anatema, como hicimos con Sijón, rey de Jesbón. Consagramos al anatema ciudades enteras, con hombres, mujeres y niños,

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Deuteronomio 3:6
12 Referans Kwoze  

Así que Israel hizo una promesa solemne al Señor: “Si nos entregas a esta gente, nos comprometemos a destruir completamente sus pueblos”.


Esto sucedió después de que derrotó a Sehón, rey de los amorreos, que gobernaba en Hesbón, y luego en Edrei después de que derrotó a Og, rey de Basán, que gobernaba en Astarot.


Entonces el Señor nos dijo, “Levántense y crucen el Valle de Arnón. Sepan que les he entregado a Sehón el Amorita, rey de Heshbon, así como su tierra. Vayan y comiencen a tomarla, y peleen con él en batalla.


También capturamos a toda su gente, ylos separamos para su destrucción a la gente de cada pueblo: hombres, mujeres y niños. No dejamos ningún sobreviviente.


No tenían pan para comer, ni vino o alcohol para beber, para que se dieran cuenta de que yo soy el Señor tu Dios.


Pero el Señor me dijo: “No le tengas miedo, porque te lo he entregado, junto con todo su pueblo y su tierra. Trata con él como lo hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que gobernó en Hesbón”.


Todas estas ciudades estaban fortificadas con altos muros y puertas con barrotes. Había muchos más pueblos también, los que no tenían murallas.


Los israelitas sí tomaron para sí todo el botín y el ganado de estas ciudades. Pero mataron a todos los habitantes, destruyéndolos a todos para que no quedara ninguno vivo.


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