Colosenses 1:22 - Versión Biblia Libre

²² pero ahora él los ha reconciliado a ustedes por la muerte de su cuerpo humano, trayéndolos a su presencia, donde son santos, puros y sin falta.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²² en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Pero con su muerte Cristo los reconcilió y los integró a su mismo ser humano mortal, de modo que ahora son santos, sin culpa ni mancha ante él.

La Biblia Textual 3a Edicion

²² aun así, ahora os reconcilió en su cuerpo de carne por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² ahora ya os ha reconciliado por su cuerpo de carne mediante la muerte, para presentaros santos, sin tacha e irreprochables ante él,

Colosenses 1:22 Referans Kwoze

2 Samuel 22:24

Soy irreprochable a sus ojos; me guardo de pecar.

Job 15:15

Mira, Dios ni siquiera confía en sus ángeles: ¡ni siquiera los seres celestiales son puros a sus ojos!

Job 25:5

Si a los ojos de Dios ni siquiera la luna brilla, y las estrellas no son puras,

Salmos 51:7

Purifícame con hisopo para que pueda quedar limpio; lávame para que pueda ser blanco como la nieve.

Lucas 1:75

para que podamos servirle haciendo lo que es bueno y recto durante toda nuestra vida.

Romanos 7:4

Del mismo modo, mis amigos, ustedes han muerto para la ley mediante el cuerpo de Cristo, y ahora ustedes le pertenecen a otro, a Cristo, quien ha resucitado de los muertos para que nosotros pudiéramos vivir una vida productiva para Dios.

2 Corintios 11:2

Sufro de una agonía por el celo divino que siento por ustedes, pues les prometí un solo esposo—Cristo—a fin de presentarlos a ustedes como una mujer virgen y pura para él.

2 Corintios 4:14

Sabemos que Dios, quien resucitó a Jesús, también nos resucitará con él, y nos llevará a su presencia con ustedes.

2 Corintios 5:18

Dios lo hizo transformándonos de enemigos en amigos por medio de Cristo. Dios nos encomendó este mismo trabajo de convertir a sus enemigos en sus amigos.

Efesios 1:4

tal como nos eligió para estar en él antes del principio de este mundo, a fin de que en amor pudiéramos ser santos y sin falta delante de él.

Efesios 5:27

así pudo apropiarse de la iglesia, sin ningún defecto o mancha, sino santa e irreprochable.

Colosenses 1:28

A todos les estamos hablando sobre él, instruyéndolos y enseñándoles de la mejor forma que conocemos para poder traer a todos ante Dios con plena madurez en Cristo.

1 Tesalonicenses 4:7

Porque Dios no nos llamó a vivir vidas impuras, sino vidas santas.

Tito 2:14

Pues él se entregó a sí mismo por nosotros, para podernos libertar de toda nuestra maldad, y para limpiarnos para él, como un pueblo que le pertenece, y que está dispuesto a hacer el bien.

Hebreos 10:10

por medio del cual todos somos santificados a través de Jesucristo, quien ofrece su cuerpo una vez y para siempre.

Hebreos 10:20

Por medio de su vida y muerte, él abrió a través del velo que nos lleva hacia Dios, una nueva forma de vivir.

Hebreos 13:21

provea todo lo bueno para ustedes a fin de que puedan cumplir su voluntad. Que obre en nosotros, haciendo su voluntad, por medio de Jesucristo, a él sea la gloria por siempre y para siempre. Amén.

1 Pedro 3:18

Y Jesús murió por culpa de los pecados, una vez y para siempre, el Único que es completamente verdadero y justo, por aquellos que somos malos, para poder llevarnos a Dios. Fue llevado a muerte en su cuerpo, pero vino a la vida en el espíritu.

2 Pedro 3:14

Así que, amigos míos, puesto que ustedes esperan estas cosas, asegúrense de estar puros e irreprochables, y en paz con Dios.

Judas 1:24

Ahora, a Aquél que puede guardarlos sin caer, y que puede llevarlos a su gloriosa presencia sin falta, y con gran gozo,