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Amós 4:8 - Versión Biblia Libre

8 La gente andaba de ciudad en ciudad buscando agua, pero seguían sedientos. Y aún así no volvieron a mi, dice el Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 La gente deambulaba de ciudad en ciudad buscando agua, pero nunca había suficiente; pero aun así, ustedes no se volvieron a mí», dice el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 La gente de dos o tres ciudades corría a otra ciudad en busca de agua, sin poder con ello calmar su sed. Y ustedes, sin embargo, no volvieron a mí, palabra de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y de dos o tres pueblos iban a otro para beber agua, y no se saciaban, Pero no os volvisteis a mí, dice YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 De dos, tres ciudades acudían vacilantes a otra ciudad a beber agua, y no se saciaban. Pero no habéis vuelto a mí -oráculo de Yahveh-.

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Amós 4:8
16 Referans Kwoze  

Acab le dijo a Abdías: “Recorre el país y revisa todos los manantiales y valles. Tal vez podamos encontrar algo de hierba para mantener vivos a los caballos y a las mulas, y así no perderemos a ninguno de los animales”.


Los arameos del este y los filisteos del oeste han devorado con avidez a Israel. En todo esto sigue enojado y su mano sigue levantada.


Pero ahora veo a los profetas de Jerusalén haciendo algo aún más repugnante: Cometen adulterio y sus vidas son una mentira. Apoyan a los malvados, para que nadie deje de pecar. Para mí todos son como Sodoma; la gente de Jerusalén es como Gomorra.


Por eso no se ha enviado rocío ni han caído lluvias de primavera. Pero tú te limitas a comportarte como una prostituta; te niegas a aceptar que has hecho algo malo.


Esperaba que, después de hacer todo esto, volviera a mí. Pero no volvió, y su hermana infiel, Judá, vio lo que pasó.


Señor, ¿no buscas siempre la fidelidad? Los derrotaste, pero no les importó. Estuviste a punto de destruirlos, pero se negaron a aceptar tu disciplina. Eran tercos, duros como una roca, y no se arrepentían.


Sin embargo, como mi pueblo se niega a regresar a mi, tampoco volverán a la tierra de Egipto sino que Asiria será su rey.


El orgullo de Israel testifica contra él, pero a pesar de todo esto Efraín no vuelve al Señor su Dios ni lo busca.


Yo me aseguré de que no tuvieran nada que comer en sus ciudades, y que hubiera escasez de dinero en donde habitaban, pero aún así no volvieron a mi, dice el Señor.


Comerás, pero no te saciarás; por dentro aún sentirás hambre. Aunque trates de ahorrar, tu dinero no tendrá valor porque yo se lo daré a la espada.


Han sembrado mucho pero han cosechado poco. Comen, pero están hambrientos. Beben, pero aún están sedientos. Se visten, pero tienen frío. Tú trabajas duro para ganar tu dinero, pero lo echas en un saco lleno de agujeros.


Golpeé con tizón, moho y granizo sobre todo lo que trabajabas, pero aún así te negaste a Volver a mi, dice el Señor.


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