2 Samuel 16:10 - Versión Biblia Libre

¹⁰ “¿Qué tiene eso que ver con ustedes, hijos de Sarvia?” , respondió el rey. “Si me está maldiciendo porque el Señor se lo ha dicho, ¿quién puede cuestionar lo que hace?” .

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: Por qué lo haces así?

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ —¡No! —dijo el rey—. ¿Quién les pidió su opinión a ustedes, los hijos de Sarvia? Si el Señor le dijo que me maldijera, ¿quiénes son ustedes para detenerlo?

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Pero el rey le respondió: 'Hijo de Seruya, no te metas en mis asuntos; tal vez me maldice porque Yavé le dijo: ¡Maldice a David! ¿y quién tendrá derecho a preguntarle por qué lo hace?'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Pero el rey respondió: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia? Dejad que siga maldiciendo, pues si YHVH le ha dicho: ¡Maldice a David! ¿Quién le dirá: ¿Por qué haces esto?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Pero el rey respondió: '¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Servia? Déjalo que me insulte. Porque si Yahveh le dice: 'Insulta a David', ¿quién podrá decirle: 'Por qué haces eso?''.

2 Samuel 16:10 Referans Kwoze

Génesis 50:20

Aunque ustedes conspiraron cosas malas para mí, Dios planeó para el bien, a fin de que muchas vidas pudieran ser salvadas.

2 Samuel 19:22

Pero David respondió: “¿Qué tiene que ver eso con ustedes, hijos de Sarvia? ¿Quieren ser mis enemigos hoy? ¿Es este un día para ejecutar a alguien en Israel? ¿No estoy seguro de que hoy vuelvo a ser el rey de Israel?”

2 Samuel 19:23

David se volvió hacia Simei y le juró: “No vas a morir”.

2 Samuel 3:39

En este momento soy débil, a pesar de haber sido ungido como rey, y estos hombres, los hijos de Sarvia, son demasiado poderosos para mí. Pero que el Señor pague al hombre malo según el mal que haya hecho”.

1 Reyes 17:18

“¿Qué me estáshaciendo, hombre de Dios?” , le preguntó la mujer a Elías. “¿Has venido a recordarme mis pecados y a provocar la muerte de mi hijo?”

1 Reyes 2:5

“Además, ya sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, y lo que les hizo a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, los dos comandantes del ejército de Israel. Los asesinó, derramando la sangre de la guerra en tiempos de paz. Untó la sangre de la guerra en su cinturón y en sus sandalias.

2 Reyes 18:25

Más aún: ¿habría venido a atacar a este paso sin el aliento del Señor? Fue el Señor mismo quien me dijo: ‘Ve y ataca esta tierra y destrúyela’”.

Job 9:12

Si él quita, ¿Quién podrá impedírselo? ¿Quién va a preguntarle: ‘Qué haces’?

Salmos 39:9

Me mantendré quieto, no diré ni una palabra, porque eres tú quien me ha hecho esto.

Eclesiastés 8:4

Las órdenes del rey tienen autoridad suprema; ¿quién va a cuestionarle diciendo: “Qué haces”?

Lamentaciones 3:37

¿Quién habló y llegó a existir? ¿No fue el Señor quien lo ordenó?

Daniel 4:35

Todos los que viven en la tierra son como nada comparados con él. Él hace lo que quiere entre las huestes celestiales y entre los que viven en la tierra. Nadie puede retenerlo de lo que hace, ni preguntarle: “¿Qué haces?” .

Mateo 16:23

Jesús se volvió hacia Pedro y le dijo: “¡Aléjate de mi, Satanás! ¡Eres una trampa para hacerme tropezar, porque estás pensando humanamente, y no como Dios piensa!”

Mateo 8:29

Y ellos gritaban: “¿Qué tienes que ver con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a torturarnos antes de tiempo?”

Juan 18:11

Jesús le dijo a Pedro: “¡Guarda esa espada! ¿Crees que no debo beber la copa que mi Padre me ha dado?”

Romanos 9:20

Y esa no es manera de hablar, porque ¿quién eres tú, —un simple mortal—, para contradecir a Dios? ¿Puede alguna cosa creada decirle a su creador: “por qué me hiciste así?”

1 Pedro 2:23

y cuando fue maltratado, no replicó. Cuando sufrió, no amenazó con venganza. Simplemente se puso en manos de Aquél que juzga siempre con justicia.

1 Samuel 26:19

“Por favor, escúchame, mi señor y rey. Si el Señor se ha enfadado conmigo, que se alegre de aceptar una ofrenda. Pero si son los hombres los que lo han hecho, ¡que sean malditos ante el Señor! Durante todo este tiempo me han expulsado de vivir entre el pueblo elegido por Dios, diciéndome: ‘Vete y adora a otros dioses’.