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2 Reyes 4:42 - Versión Biblia Libre

42 Un hombre de Baal-Salisa se acercó al hombre de Dios con un saco de primicias, el primer grano del año, junto con veinte panes de cebada. “Dáselo a la gente para que coma”, dijo Eliseo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

42 Vino entonces un hombre de Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su espiga. Y él dijo: Da a la gente para que coma.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

42 Otro día, un hombre de Baal-salisa le trajo al hombre de Dios un saco de grano fresco y veinte panes de cebada que había preparado con el primer grano de su cosecha. Entonces Eliseo dijo: —Dénselo a la gente para que coma.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

42 Llegó un hombre que venía de Baal-Salisa; en su saco traía al hombre de Dios veinte panes de cebada y de trigo que habían hecho con harina recién cosechada. Eliseo le dijo: 'Dáselos a esos hombres para que coman'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

42 Un hombre llegó de Baal-salisa, y traía para el varón de Dios pan de las primicias, veinte panes de cebada con espigas de trigo nuevo, y dijo: Dadlo a la gente para que coma.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 Llegó después un hombre de Baal Salisá, que traía en su alforja al varón de Dios pan de primicias: veinte panes de cebada y de trigo nuevo. Y dijo Eliseo: 'Dáselo a la gente para que coma'.

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2 Reyes 4:42
22 Referans Kwoze  

Lleva contigo diez panes, algunas tortas y un tarro de miel para él. Él te explicará lo que le sucederá al niño”.


Cuando Eliseo regresó a Gilgal, había hambre en esa zona. Los hijos de los profetas estaban sentados a sus pies, y él dijo a su criado: “Usa la olla grande y hierve un poco de guiso para los hijos de los profetas”.


“Puedes ir”, dijo el rey de Aram, “y enviaré una carta contigo al rey de Israel”. Así que Naamán partió. Llevó consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez conjuntos de ropa.


Entonces Eliseo respondió: “Escucha el mensaje del Señor. Esto es lo que dice el Señor: Mañana a esta hora, un seah de la mejor harina se venderá por un siclo, y dos seahs de cebada se venderán por un siclo en la puerta de Samaria”.


“Y también observarán el Festival de las Cosechas cuando presenten las primicias de los productos de lo que hayan sembrado en los campos. Por último, deben observar el Festival de la Cosecha al final del año, cuando recojan la cosecha del resto de tus cultivos en el campo.


Les doy el mejor aceite de oliva y el mejor vino y grano que los israelitas dan como primicias al Señor.


Las primicias de todas las cosechas que produzcan en su tierra y que traigan al Señor son tuyas. Todos los miembros de tu familia que estén ceremonialmente limpios pueden comerlas.


Entonces ellos recogieron todo y llenaron doce canastas con los trozos de los cinco panes que las personas habían comido.


“Hay un niño aquí que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero ¿de qué sirve eso si hay tantas personas?”


Si nosotros sembramos cosas espirituales en ustedes, ¿es importante si cosechamos algún beneficio material?


Aquellos que reciben enseñanza de la Palabra deben tratar bien a sus maestros, compartiendo con ellos todas las cosas buenas.


Llevarás allí tus holocaustos y sacrificios, tus diezmos y todas tus ofrendas, tus ofrendas voluntarias y las ofrendas para cumplir una promesa, junto con los primogénitos de tus rebaños y manadas.


Con yogur del rebaño y leche del rebaño, con grasa de corderos, con carneros de Basán, y cabras, junto con el mejor trigo. Bebiste el vino hecho de las mejores uvas.


Es una tierra que produce trigo, cebada, vides, higueras, granadas, aceite de oliva y miel.


Saúl buscó en la región montañosa de Efraín y luego en la tierra de Salisa, pero no encontró los burros. Entonces buscaron en la región de Saalim, pero tampoco estaban allí. Luego buscaron en la tierra de Benjamín, pero tampoco pudieron encontrarlos allí.


“Pero si vamos, ¿qué podemos darle?” respondió Saúl. “Todo el pan de nuestras bolsas se ha acabado. No tenemos nada que llevarle al hombre de Dios. ¿Qué tenemos con nosotros?”


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