“Un hombre vino a nuestro encuentro”, respondieron. “Nos dijo: ‘Vuelvan ante el rey que los ha enviado y díganle: Esto es lo que dice el Señor: ¿Es porque no hay Dios en Israel por lo que mandas a pedir consejo a Baal-zebub, el dios de Ecrón? Como resultado, no te levantarásdel lecho en el que estás acostado. Definitivamente vas a morir’”.
Entonces Gedeón les preguntó a Zeba y a Zalmuna: “¿Cómo eran los hombres que mataron en el Tabor?” “Se parecían a ustedes”, respondieron. “Cada uno de ellos tenía la estatura de un príncipe”.
“¿Qué aspecto tiene?” preguntó Saúl. “Un anciano está subiendo”, respondió ella. “Tiene una capa envuelta alrededor de él”. Saúl pensó que debía ser Samuel y se inclinó hacia abajo en señal de respeto.