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2 Crónicas 6:20 - Versión Biblia Libre

20 Que vigiles este Templo día y noche, cuidando el lugar donde dijiste que serías honrado. Que escuches la oración que tu siervo eleva hacia este lugar,

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Biblia Reina Valera 1960

20 Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Que día y noche tus ojos estén sobre este templo, este lugar del cual tú has dicho que allí pondrías tu nombre. Que siempre oigas las oraciones que elevo hacia este lugar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre esta Casa, sobre este lugar del que dijiste que pondrías en él tu Nombre. ¡Escucha la oración que te dirige tu siervo en este lugar!

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 a fin de que tus ojos estén abiertos hacia esta Casa día y noche, hacia el lugar del cual dijiste que pondrías allí tu Nombre para escuchar la oración que tu siervo haga hacia este lugar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 que tus ojos permanezcan abiertos día y noche sobre este templo, sobre este lugar del que dijiste: 'Allí estará mi nombre', y atiende la plegaria que tu siervo te dirige en este lugar.

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2 Crónicas 6:20
17 Referans Kwoze  

Por favor, escucha con tus oídos, Señor, y oye; abre tus ojos, Señor, y mira. Escucha el mensaje que Senaquerib ha enviado para insultar al Dios vivo.


Porque el Señor busca por toda la tierra la oportunidad de mostrar su poder a favor de los que le son total y sinceramente devotos. Tú has actuado de forma estúpida al hacer esto. Así que de ahora en adelante siempre estarás en guerra”.


‘Si nos sobreviene un desastre, ya sea una invasión o un juicio, una enfermedad o una hambruna, nos pondremos delante de este Templo y ante ti, porque este Templo es tuyo. Clamaremos a ti para que nos ayudes en nuestro sufrimiento, y tú nos escucharás y nos salvarás’.


Por favor, escucha la oración de tu siervo y su petición, Señor Dios mío. Por favor, escucha las súplicas y las oraciones que tu siervo presenta ante ti.


“Ahora, Dios mío, abre tus ojos y que tus oídos presten atención a las oraciones ofrecidas en este lugar.


‘Desde el día en que saqué a mi pueblo del país de Egipto, no he elegido una ciudad de ninguna tribu de Israel donde se pudiera construir un Templo para honrarme, y no he elegido a nadie para que sea gobernante de mi pueblo Israel.


Pero ahora he elegido a Jerusalén para que se me honre allí, y he elegido a David para que gobierne a mi pueblo Israel’.


Ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos prestarán atención a las oraciones que se ofrezcan en este lugar,


por favor escucha y enfoca tu atención en la oración de tu siervo que te estoy orando ahora, día y noche, en nombre de tus siervos, los israelitas. Confieso los pecados que los israelitas hemos cometido contra ti, incluidos los míos y los de mi familia.


El Señor es quien te cuida; el Señor es quien te protege; Él permanece a tu lado.


El Señor cuida de quienes lo siguen con reverencia, de los que depositan su esperanza en su amor inagotable,


El Señor cuida a los que hacen lo correcto, y escucha cuando claman por ayuda.


Cuando Daniel se enteró de que el decreto había sido firmado, se dirigió a su casa, a su habitación del piso superior, donde oraba tres veces al día, con las ventanas abiertas hacia Jerusalén. Allí se arrodilló, orando y agradeciendo a su Dios como siempre lo hacía.


entonces el Señor su Dios elegirá un lugar donde vivir con ustedes. Allí es donde llevarán todo lo que les he ordenado hacer: sus holocaustos y sacrificios, sus diezmos y ofrendas voluntarias, y todos los regalos especiales que prometan darle al Señor.


toma algunas de las primicias de todas tus cosechas producidas por la tierra que el Señor tu Dios te da y ponlas en una cesta. Luego ve al lugar que el Señor tu Dios elija,


Pues la plenitud de la naturaleza divina de Dios habita en Cristo en forma humana,


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