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2 Crónicas 18:31 - Versión Biblia Libre

31 Así que cuando los comandantes de los carros vieron a Josafat, gritaron: “¡Ahí está el rey de Israel!”. Así que se volvieron para atacarlo, pero Josafat pidió ayuda, y el Señor lo ayudó. Dios los alejó de él,

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Biblia Reina Valera 1960

31 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y lo rodearon para pelear; mas Josafat clamó, y Jehová lo ayudó, y los apartó Dios de él;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Entonces, cuando los comandantes arameos de los carros vieron a Josafat en sus vestiduras reales, comenzaron a perseguirlo. «¡Allí está el rey de Israel!», gritaban; pero Josafat clamó, y el Señor lo rescató. Dios lo ayudó, apartando a sus atacantes de él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Cuando los jefes de los carros de guerra vieron a Josafat, pensaron que era el rey de Israel y lo rodearon para cargar contra él. Pero Josafat invocó a gritos a Yavé y éste lo socorrió y los alejó de él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Cuando pues los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: ¡Ése es el rey de Israel! Así que lo rodearon para luchar, pero Josafat clamó, y YHVH lo ayudó. ’Elohim los desvió de él,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, se dijeron: 'Seguramente que ése es el rey de Israel'. Y se fueron contra él para atacarle. Pero Josafat empezó a gritar, Yahveh le socorrió y Dios los apartó de él,

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2 Crónicas 18:31
21 Referans Kwoze  

Recibieron ayuda en la lucha contra estos enemigos porque invocaron a Dios durante las batallas. Así pudieron derrotar a los agarenos y a todos los que estaban con ellos. Dios respondió a sus oraciones porque confiaron en él.


Judá se dio la vuelta y se dio cuenta de que tenían que luchar por delante y por detrás. Clamaron al Señor pidiendo ayuda. Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas,


y los hombres de Judá dieron un fuerte grito. Cuando gritaron, Dios hirió a Jeroboam y a todo Israel frente a Abías y a Judá.


Asa pidió ayuda al Señor, su Dios: “Señor, no hay nadie fuera de ti que pueda ayudar al impotente contra el poderoso. Por favor, ayúdanos, Señor, nuestro Dios, porque confiamos en ti. Hemos venido contra esta horda porque confiamos en ti, Señor. Tú eres nuestro Dios. No permitas que un simple ser humano te venza”.


El rey de Aram ya había dado estas órdenes a sus comandantes de carros “Diríjanse directamente hacia el rey de Israel solo. No luchen con nadie más, sea quien sea”.


pues cuando los comandantes de los carros se dieron cuenta de que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.


Dios lo ayudó contra los filisteos, contra los árabes que vivían en Gurbaal y contra los meunitas.


Para que se cumpliera la profecía del Señor dada a través de Jeremías, el Señor animó a Ciro, rey de Persia, a emitir una proclama en todo su reino y también a ponerla por escrito, diciendo:


Alabado sea el Señor, el Dios de nuestros antepasados, que puso en la mente del rey honrar así el Templo del Señor en Jerusalén,


Señor, por favor responde a mi oración y a las oraciones de los que aman adorarte. Por favor, permíteme tener éxito hoy y haz que el rey simpatice conmigo’”. Yo era el copero del rey.


Intentaron con todas sus fuerzas matarme, pero el Señor me ayudó.


El ángel del Señor permanece vigilante sobre los que le honran, manteniéndolos a salvo.


Dios es nuestra protección y nuestra fuerza; siempre listo para ayudar cuando vienen los problemas.


El Señor todopoderoso está con nosotros; El Dios de Jacob nos protege. Selah.


Agradezco a Dios por sus promesas. Agradezco al Señor por sus promesas.


Si el Señor no me hubiera ayudado, pronto hubiera descendido al silencio de la tierra.


Los israelitas miraron hacia atrás y vieron al Faraón y al ejército egipcio acercándose. Estaban absolutamente aterrorizados y pidieron ayuda al Señor.


Cuando el camino del ser humano agrada al Señor, hasta a sus enemigos hace estar en paz con él.


El Señor dirige las decisiones del rey como si fuera una corriente de agua, enviándola en la dirección que él quiere.


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