15 Pues algunos de los judíos mataron a los profetas, y otros incluso mataron al Señor Jesús. Ahora también nos han perseguido a nosotros. Ellos no agradan a Dios y actúan en contra de toda la humanidad
15 Estos son los que dieron muerte al Señor Jesús y a los profetas y los que nos persiguen a nosotros. No agradan a Dios y se portan como enemigos de todos los hombres
15 los cuales no sólo dieron muerte al Señor Jesús y a los profetas,° sino que a nosotros nos expulsaron,° y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres,
Amán fue a ver al rey Jerjes y le dijo: “Hay un pueblo particular que vive entre otros en muchos lugares diferentes de las provincias de tu imperio y que se separa de todos los demás. Tienen sus propias leyes, que son diferentes a las de cualquier otro pueblo, y además no obedecen las leyes del rey. Así que no es buena idea que Su Majestad los ignore.
Fue inútil que castigara a tus hijos porque se negaron a aceptar cualquier disciplina. Usaste tus propias espadas para matar a tus profetas, destruyéndolos como un león feroz.
¡Oh Jerusalén, Jerusalén, tu matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! Tantas veces he querido reunir a tus hijos así como una gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas, pero no me dejaste.
Estén felices, muy felices, porque recibirán una gran recompensa en el cielo—pues ellos persiguieron de esa misma manera a los profetas que vinieron antes de ustedes.
Dios, sabiendo de antemano lo que sucedería, siguió su plan y resolvió entregarlo en manos de ustedes. Por mano de hombres malvados, ustedes lo mataron, clavándolo en una cruz.
Si es así, todos ustedes deben saber, y todo el pueblo de Nazaret también, que fue en el nombre de Jesucristo de Nazaret, al que ustedes mataron en una cruz y a quien Dios levantó de los muertos. Es gracias a él que este hombre está en pie delante de ustedes, completamente sanado.
¿Hubo acaso algún profeta que sus padres no persiguieran? Mataron a todos los que profetizaban sobre la venida de Aquél que es verdaderamente bueno y recto. Él es Aquél a quien ustedes traicionaron y asesinaron.
Durante muchas ocasiones he afrontado los peligros de cruzar ríos, encontrarme con pandillas de atracadores, ataques de mis propios conciudadanos, así como de extranjeros. He enfrentado peligros en las ciudades, en los desiertos, y en el mar. He enfrentado el peligro de parte de personas que fingen ser cristianos.