1 Samuel 19:9 - Versión Biblia Libre

⁹ Algún tiempo después, un espíritu maligno del Señor se apoderó de Saúl mientras estaba sentado en su casa con su lanza en la mano. Mientras David tocaba la lira,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Y el espíritu malo de parte de Jehová vino sobre Saúl; y estando sentado en su casa tenía una lanza a mano, mientras David estaba tocando.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Pero cierto día, cuando Saúl estaba sentado en su casa con una lanza en la mano, de repente el espíritu atormentador de parte del Señor vino sobre él como antes. Mientras David tocaba el arpa,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Mientras Saúl estaba sentado en su casa con la lanza en la mano, se apoderó de él un mal espíritu de Yavé. David se puso a tocarle la cítara.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Pero el espíritu malo de parte de YHVH vino otra vez° sobre Saúl estando él sentado en su casa con su lanza en la mano, mientras David tañía con la mano.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Un espíritu malo de Yahveh se apoderó de Saúl. Estaba éste sentado en su casa y tenía la lanza en la mano; entretanto, David tañía el arpa.

1 Samuel 19:9 Referans Kwoze

1 Reyes 22:22

“‘¿Cómo vas a hacerlo?’ , preguntó el Señor. “‘Iré y seré un espíritu mentiroso y haré que todos sus profetas digan mentiras’, respondió el espíritu. “El Señor respondió: ‘Eso funcionará. Ve y hazlo’.

1 Samuel 16:14

El Espíritu del Señor había abandonado a Saúl, y un espíritu maligno del Señor lo atormentaba.

1 Samuel 16:15

Los siervos de Saúl le dijeron: “Sin duda es un espíritu maligno de Dios el que te atormenta.

1 Samuel 16:16

Danos aquí la orden de encontrar a alguien que sea bueno tocando el arpa, para que cuando el espíritu maligno de Dios venga sobre ti, pueda tocar y te sientas mucho mejor”.

1 Samuel 19:8

La guerra estalló de nuevo, y David fue a luchar contra los filisteos. Los atacó con tanta fuerza que huyeron derrotados.

1 Samuel 22:6

Saúl se enteró de que David había regresado y de dónde estaba. Saúl estaba sentado bajo el tamarisco en la colina de Guibeá. Tenía su lanza en la mano, con todos sus oficiales rodeándolo.