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1 Reyes 8:36 - Versión Biblia Libre

36 entonces escucha desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, tu pueblo Israel. Enséñales el buen camino para que puedan andar por él, y envía la lluvia sobre la tierra que has dado a tu pueblo como posesión.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

36 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 oye entonces desde el cielo y perdona los pecados de tus siervos, tu pueblo Israel. Enséñales a seguir el camino correcto y envía lluvia sobre tu tierra, la tierra que diste a tu pueblo como su preciada posesión.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 escúchalo desde lo alto del cielo y perdona el pecado de tus servidores y de tu pueblo Israel. Tú le indicarás el buen camino por donde deben caminar, tú harás caer la lluvia sobre la tierra que diste como herencia a tu pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 entonces escucha Tú desde los cielos, y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel. Sí, enséñales el buen camino por el que deben andar y dales lluvia sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 escúchalos desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, muéstrales el camino recto por donde deben ir, y envía la lluvia sobre esta tierra tuya, la que diste a tu pueblo por heredad.

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1 Reyes 8:36
28 Referans Kwoze  

Algún tiempo después, durante el tercer año, un mensaje del Señor llegó a Elías: “Ve y preséntate ante Acab, y enviaré lluvia sobre la tierra”.


Elías le dijo a Acab: “Ve a comer y a beber, porque oigo que viene una lluvia fuerte”.


Rápidamente el cielo se oscureció con nubes, sopló el viento, comenzó a caer una fuerte lluvia y Acab bajó a caballo hasta Jezrel.


Muéstrame a través de tu palabra el camino que debo tomar, y no dejes que ningún mal se apodere de mi.


Enséñame el significado de tus leyes y las seguiré siempre.


Háblame cada mañana de tu amor y fidelidad, porque en ti he puesto mi confianza. Muéstrame el camino que debo seguir porque a ti me he dedicado.


¿Quiénes son los que respetan al Señor? Él les mostrará el camino a elegir.


El Señor es bueno y recto. Por eso muestra el camino a los que están perdidos.


Señor, Enséñame tu camino y guíame por el camino correcto, porque mis enemigos están contra mí.


“Yo te instruiré, enseñándote el camino a seguir. Te advertiré, mirando por ti.


Guíame, Señor, tú que siempre haces lo recto, y sálvame de mis enemigos. Muéstrame con claridad tu camino.


Tu pueblo se estableció allí y por tu bondad, oh Dios, cuidaste de los pobres. Selah.


Tú enviaste abundante lluvia para regar la tierra prometida, refrescándola cuando estuvo seca.


Señor, enséñame tus caminos, para que pueda depender de ti. Hazme leal, para que pueda honrarte.


Aquellos que disciplinas son felices, Señor; aquellos a los que enseñas en tu ley.


Cuando caminen a la derecha o a la izquierda, oirán detrás de ustedes una voz que les dirá: Este es el camino a seguir.


Allí habrá una carretera, un camino llamado “El camino de la santidad”. Ningún malvado viajará por ella, sólo los que siguen el Camino. Los necios no irán por allí.


¿Pueden los falsos dioses de las otras naciones hacer llover? ¿Pueden los cielos mismos enviar lluvias? No, eres tú, Señor, nuestro Dios. Por eso ponemos nuestra esperanza en ti, porque sólo tú puedes hacer todo esto.


Ruega al Señor tu Dios por todos nosotros. Como puedes ver, sólo quedamos unos pocos en comparación con los que había antes. En tu oración, por favor, pídele al Señor tu Dios que te diga a dónde ir y qué hacer”.


Esto es lo que dice el Señor: Ve y párate donde se dividen los caminos, y mira. Averigua cuáles son los caminos antiguos. Pregunta: “¿Cuál es el camino correcto?” . Luego síguelo y estarás contento. Pero os negasteis, diciendo: “¡No iremos por ahí!”.


¡Pueblo de Jerusalén! Celebren y alégrense en el Señor su Dios, porque él les ha dado la lluvia para mostrar su bondad. Como antes, él envía la lluvia de otoño y primavera.


Muchas naciones dirán: “Subamos a la cima del monte del Señor, al Templo del Dios de Jacob. Allí Dios nos enseñará sus caminos y seguiremos sus enseñanzas”. Las enseñanzas de Dios se esparcirán desde Sión y su palabra desde Jerusalén.


Y enviaron a algunos de sus propios discípulos donde él junto con algunos de los seguidores de Herodes. “Maestro, sabemos que eres un hombre veraz, y que el camino de Dios que enseñas es el verdadero”, comenzaron ellos. “Tú no te dejas influir por ningún otro, y no te preocupa el rango o la posición social.


“En cuanto a mí, ¿cómo podría pecar contra el Señor dejando de orar por ustedes? También seguiré enseñándoles el camino del bien y la rectitud.


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