1 Reyes 2:33 - Versión Biblia Libre

³³ Que la responsabilidad de haber derramado su sangre recaiga para siempre sobre Joab y sus descendientes; pero que el Señor dé paz y prosperidad a David, a sus descendientes, a su familia y a su dinastía para siempre”.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³³ La sangre, pues, de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su descendencia para siempre; mas sobre David y sobre su descendencia, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³³ Que Joab y sus descendientes sean por siempre culpables de la sangre de ellos, y que el Señor conceda paz a David, a sus descendientes, a su dinastía y a su trono para siempre».

Biblia Católica (Latinoamericana)

³³ La sangre de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab y sobre su familia para siempre, pero David y su descendencia, su casa y su trono estarán en paz con Yavé para siempre'.

La Biblia Textual 3a Edicion

³³ De tal modo, la sangre de ellos se volverá contra la cabeza de Joab y contra la cabeza de su simiente para siempre, pero para David y para su simiente, y para su casa, y para su trono, habrá paz de parte de YHVH por siempre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³³ Recaiga la sangre de ellos sobre la cabeza de Joab y la de su descendencia para siempre, mientras que a David y a su linaje, a su casa y a su trono, Yahveh les otorgue paz perpetua'.

1 Reyes 2:33 Referans Kwoze

Génesis 42:22

Rubén les dijo: “¿No les dije: ‘No le hagan daño al muchacho’? Pero no me escucharon. Ahora estamos pagando el precio por lo que le hicimos”.

2 Samuel 14:9

“Gracias, Su Majestad”, dijo la mujer. “Yo y mi familia asumiremos la culpa, y que Su Majestad y su familia sean considerados inocentes”.

1 Reyes 2:32

El Señor le pagará la sangre que derramó, pues sin que mi padre David lo supiera, mató a dos hombres buenos que eran mejores que él. Con su espada mató a Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, comandante del ejército de Judá.

1 Reyes 2:44

El rey también le dijo a Simí: “En el fondo sabes todo el mal que le hiciste a mi padre David. Por eso el Señor te pagará tu maldad.

1 Reyes 8:32

escucha desde el cielo: actúa y juzga a tus siervos. Devuelve la culpa a los culpables; reivindica y recompensa a los que hacen el bien.

2 Reyes 5:27

“¡Ahora por causa de esto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes para siempre!” Y cuando Giezise marchó, tenía la lepra: se veía blanco como la nieve.

1 Crónicas 17:27

Así que ahora, por favor, bendice la casa de tu siervo para que continúe en tu presencia para siempre. Porque cuando bendices, Señor, queda bendecida para siempre”.

Salmos 101:8

Trabajo cada día para silenciar a los malvados de la tierra, para librar a la ciudad del Señor de todos los que hacen mal.

Salmos 132:12

Si tus hijos siguen mis leyes y los acuerdos que les enseñe, también sus descendientes se sentarán en el trono para siempre”.

Salmos 21:4

Te pidió que le dieras una buena vida, y le diste una larga vida, por siempre y para siempre.

Salmos 89:29

Me aseguraré de que su linaje real dure para siempre; su dinastía continuará, y será tan extensa como los cielos.

Proverbios 25:5

Quita al malvado de la presencia del rey, y el rey gobernará confiado y con justicia.

Ezequiel 17:19

“Así que esto es lo que dice el Señor Dios: Vivo yo, lo castigaré por haber faltado a mi juramento y por romper mi acuerdo.

Números 32:23

Pero si no lo haces, claramente estarás pecando contra el Señor, y las consecuencias de tu pecado te alcanzarán.

Mateo 27:25

Todo el pueblo respondió: “¡Que su sangre sea sobre nuestras cabezas y las de nuestros hijos!”

Lucas 2:14

“¡Gloria al Dios del cielo, y en la tierra paz a aquellos con quienes él se complace!”

Hechos 18:6

Y cuando ellos se le opusieron y lo maldijeron, sacudió su ropa y les dijo: “¡La sangre de ustedes está sobre sus propias cabezas! Soy libre de toda culpa, y desde ahora iré a los extranjeros”.

Jueces 9:24

Esto sucedió por el asesinato de los setenta hijos de Jerob-baal y para que la responsabilidad de su sangre recayera en Abimelec, su hermano, que los mató, y en los líderes de Siquem, que proporcionaron los medios para matar a sus hermanos.