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1 Reyes 13:5 - Versión Biblia Libre

5 El altar se partió y las cenizas se derramaron de él, cumpliendo la señal que el hombre de Dios había dado de parte del Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 En ese mismo momento, se produjo una enorme grieta en el altar y las cenizas se desparramaron, tal como el hombre de Dios había predicho en el mensaje que recibió del Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El altar se rompió y la ceniza del altar se desparramó; esa era la señal que había dado el hombre de Dios por orden de Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Entonces el altar se partió, y la ceniza grasienta se derramó del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por mandato de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 El altar se rompió y la ceniza del altar se derramó, conforme a la señal que había dado el varón de Dios por orden de Yahveh.

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1 Reyes 13:5
13 Referans Kwoze  

Ese mismo día el hombre de Dios dio una señal, diciendo: “Esta es la señal que prueba que el Señor ha hablado. ¡Miren! El altar se partirá, y las cenizas que hay sobre él se derramarán”.


Cuando el rey Jeroboam oyó la condena que el hombre de Dios había gritado contra el altar de Betel, le señaló con la mano y dijo: “¡Arréstenlo!” Pero la mano con la que el rey lo había apuntado se paralizó y no podía retirarla.


Entonces el rey le dijo al hombre de Dios: “Por favor, ruega al Señor, tu Dios, que me devuelva la mano”. El hombre de Dios suplicó al Señor, y el rey recuperó el uso de su mano como antes.


La vasija de harina no se vació y la jarra de aceite de oliva no se agotó, tal como el Señor había dicho por medio de Elías.


“Si de hecho regresas sano y salvo, entonces el Señor no ha hablado a través de mí”, declaró Micaías. “¡Presten atención todos a todo lo que he dicho!”


La batalla duró todo el día. El rey de Israel se apuntaló en su carro para enfrentarse a los arameos, pero al anochecer murió. La sangre se había derramado de su herida sobre el piso del carro.


Porque ese día castigaré a Israel por sus pecados. Destruiré los altares de Betel: los extremos del altar serán destruidos y caerán.


Los discípulos salieron y predicaron la Buena Noticia en todos lados, y el Señor obraba por medio de ellos, confirmando el mensaje por medio de muchos milagros.


Cuando un profeta habla en el nombre del Señor y lo que dice no sucede o se hace realidad, entonces eso no es un mensaje del Señor. En ese caso el profeta ha hablado con desprecio por el Señor. No se dejen intimidar por él.


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