20 Jesús le respondió: —Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza.
Cualquiera que diga una palabra injuriosa contra el Hijo del Hombre, podrá recibir perdón; pero el que cierre su corazón a la acción de Dios a través del Espíritu Santo, que convence del pecado, y genera la consciencia del arrepentimiento, no recibirá perdón, ni ahora, ni nunca, ya que de esto se trata la blasfemia contra el Espíritu Santo.
Porque Jonás estuvo en el vientre del monstruo marino, tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra, tres días y tres noches.
Mientras bajaban de la montaña, Jesús les dio una orden, diciendo: – No le digan a nadie la visión que tuvieron, hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos.
Mas Jesús les contestó: – En verdad les digo que ustedes los que me siguieron, cuando todas las cosas sean renovadas, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de gloria, ustedes también se sentarán en los doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Porque cualquiera que se avergüence de mí y de mi enseñanza frente a esta generación infiel y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre, junto con sus santos ángeles.
Les aseguro que cualquier persona que me reconozca delante de la gente, es decir, que testifique de mí con su propia vida, también el Hijo del Hombre la reconocerá, y dará testimonio de ella delante de los ángeles de Dios;
Jesús le respondió: – Las zorras tiene sus guaridas, y los pájaros tienen sus propios nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene donde descansar su cabeza.
Jesús continuó diciendo: – De cierto, de cierto les digo que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.
La gente contestó: – Hemos escuchado en la ley que el Mesías permanecerá para siempre, ¿por qué dices que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?
Trabajen, no por la comida que perece y sí por la comida que permanece hasta la vida eterna. Ese es el alimento que el Hijo del Hombre les dará; porque Dios, el Padre lo escogió para esta tarea.
Jesús dijo: – En verdad, en verdad les digo, a no ser que coman la carne del Hijo del Hombre, y beban su sangre, no tendrán vida plena en ustedes mismos.
Porque ustedes conocen la gracia salvífica de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se empobreció por causa de nosotros, para que por medio de su pobreza, ustedes se hicieran ricos.