Lucas 22:31 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

³¹ Simón, Simón, escucha bien: Satanás ha pedido permiso a Dios para ponerles pruebas difíciles a todos ustedes, así como el campesino cierne el trigo;

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³¹ Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;

Biblia Nueva Traducción Viviente

³¹ »Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo;

Biblia Católica (Latinoamericana)

³¹ ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia;'

La Biblia Textual 3a Edicion

³¹ °Simón, Simón, he aquí Satanás os reclamó° para zarandearos como a trigo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³¹ Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como al trigo;

Lucas 22:31 Referans Kwoze

Mateo 26:30

Después de haber concluido la cena pascual, cantando los salmos de alabanza, salieron al Monte de los Olivos.

Mateo 4:10

Jesús le respondió: – ¡Lárgate de aquí Satanás! Pues escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y solo a Él le servirás”.

Lucas 10:41

Jesús le respondió: – ¡Marta, Marta! Siempre estás ansiosa e inquieta con los quehaceres y preocupada por tantas cosas;

Hechos 9:4

Saulo cayó en tierra y escuchó una voz que decía: – ¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues?

1 Corintios 5:5

y que aquel que cometió este delito sea correctamente disciplinado, es decir, que este hombre sea entregado a satanás, para que su naturaleza pecaminosa sea destruida, con el propósito de que el espíritu sea salvo en el día del Señor.

2 Corintios 2:11

para que no seamos engañados por Satanás, ¡Ya conocemos sus malas intenciones!

1 Pedro 5:8

Tengan dominio propio, cuiden sus testimonios de vida, porque el enemigo de ustedes, el diablo, anda rondando como león feroz buscando devorarlos.

Apocalipsis 12:10

Entonces escuché una fuerte voz en el cielo que decía: “Ha llegado la salvación, el poder, el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Mesías; pues ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de Dios.