Pero yo les digo que todo aquel que se enoje contra su hermano, y producto del enojo ejerza venganza, que sea enjuiciado y pague por su delito, y cualquiera que asesine a su hermano con palabras, sea enjuiciado ante el tribunal; y cualquiera que insulte a su hermano, sea culpable y sea llevado al botadero en donde se quema la basura.
Cuando se hizo de día, se reunió el Sanedrín; estaban allí los sacerdotes jefes, los maestros de la ley y los líderes religiosos; y lo llevaron ante el Consejo.
Al día siguiente, deseoso de conocer las causas de la acusación de los judíos contra Pablo, el comandante lo liberó de las cadenas y convocó a los principales sacerdotes y a todo el sanedrín. Seguidamente, hizo comparecer a Pablo ante ellos.
Al escuchar esto, Pedro y Juan entraron al templo al amanecer y comenzaron a enseñar. Ajenos a esto, se reunieron el sumo sacerdote y los que estaban con él y convocaron al sanedrín y a todo el consejo de líderes religiosos de Israel, y enviaron a la prisión a la policía del templo para que trajesen a los apóstoles.
Entonces se levantó un fariseo muy importante llamado Gamaliel, maestro de la ley, honrado por todo el pueblo, y ordenó que sacaran a los apóstoles de la reunión por un rato,
La denuncia alborotó al pueblo, a los líderes religiosos y a los maestros de la ley, que vinieron contra Esteban, lo arrestaron y lo llevaron ante el sanedrín;