Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hechos 17:4 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

4 Y algunos de ellos fueron convencidos y se unieron a Pablo y a Silas, junto con muchos griegos. También se les unieron una gran cantidad de mujeres importantes.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Algunos judíos que escuchaban fueron persuadidos y se unieron a Pablo y Silas, junto con muchos hombres griegos temerosos de Dios y un gran número de mujeres prominentes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Hubo algunos que se convencieron y formaron un grupo en torno a Pablo y Silas. Lo mismo hicieron un buen número de griegos, de los 'que temen a Dios', y no pocas mujeres de la alta sociedad.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y algunos de ellos fueron persuadidos; y se unieron a Pablo y a Silas un gran número de griegos temerosos de Dios y no pocas mujeres prominentes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Algunos de entre ellos quedaron convencidos y se unieron a Pablo y a Silas, así como una gran muchedumbre de prosélitos griegos y no pocas mujeres principales.

Gade chapit la Kopi




Hechos 17:4
31 Referans Kwoze  

Los judíos comentaban entre sí: – ¿A dónde irá este que no lo podremos encontrar? ¿Acaso irá a enseñar a los judíos de la diáspora que están entre los griegos?


Cuando se terminó la reunión en la sinagoga, muchos de los judíos y de los convertidos al judaísmo, que eran devotos, siguieron a Pablo y a Bernabé y ellos convencían a sus seguidores de que continuaran en la gracia de Dios, que es vivir la vida de Dios en Cristo.


Pero los judíos persuadieron a las mujeres piadosas y distinguidas, también a los gobernantes de la ciudad, para que se pusieran en contra de Pablo y de Bernabé, y provocaron una persecución contra ellos, los maltrataron y los expulsaron de la región.


En Iconio, Pablo y Bernabé entraron a la sinagoga judía y hablaron de tal forma que muchos creyeron, tanto judíos como no judíos.


La gente de la ciudad se dividió, unos estaban con los judíos, mientras otros estaban con los apóstoles.


Entonces los apóstoles, los líderes cristianos y toda la iglesia, escogieron a dos hombres para enviarlos a Antioquía, junto con Pablo y Bernabé; los elegidos fueron Judas, al que le decían Barsabás y Silas, a quienes respetaban mucho y eran muy serviciales;


Por tanto, les enviamos a Judas y a Silas, quienes les anunciarán personalmente y con palabras las mismas cosas que les escribimos.


Judas y Silas también eran profetas, y mediante varios discursos animaron a los hermanos y les fortalecieron la fe.


pero Pablo decidió llevar consigo a Silas como compañero de misión; los hermanos oraron por ellos y los despidieron bajo la bendición de Dios y ellos partieron;


Por eso Pablo quiso que Timoteo lo acompañara en su viaje, pero lo circuncidó por causa de los judíos que vivían en aquellos lugares, porque todos sabían que el padre de Timoteo era griego.


Durante la noche, de forma segura, los hermanos enviaron a Pablo y a Silas a Berea, y cuando llegaron allá, entraron en la sinagoga judía.


Por lo tanto, muchos de estos judíos creyeron en Jesús y también muchos griegos, tanto hombres como mujeres; estas mujeres griegas eran personas muy importantes en la ciudad.


Los hermanos, actuando con diligencia y rapidez, enviaron a Pablo hacia la costa para protegerlo. Silas y Timoteo, por su parte, se quedaron en Berea para continuar la obra del Señor.


Así que, en la sinagoga discutía con los judíos y con los no judíos que se habían convertido al judaísmo y a diario se ponía a discutir en la plaza pública con los que se encontraban por allí.


Pero algunos hombres creyeron lo que Pablo decía y lo siguieron. Entre ellos estaban Dionisio, miembro del Areópago, una mujer llamada Dámaris y otras personas más.


Todos los sábados Pablo discutía en la sinagoga, y convencía tanto a judíos como a griegos.


Esto sucedió por dos años, de modo que todos los habitantes de Asia escucharon la Palabra del Señor, tanto judíos como griegos.


Todos los que creyeron, tenían todas las cosas en común y se apoyaban mutuamente.


gritando: – ¡Israelitas! ¡Ayúdennos! Este es el hombre que anda por todas partes enseñando a toda la gente contra nuestro pueblo, contra nuestra ley y contra este lugar. Además, hasta ha metido a los griegos en el templo, y profanó este lugar santo.


Algunos creyeron lo que Pablo decía, pero otros no.


Puestos en libertad, fueron a los suyos y contaron todo lo que había sucedido con los principales sacerdotes y líderes religiosos.


No dieron simplemente de la manera que esperábamos, sino que superaron nuestras expectativas, pues ofrecieron sus vidas y se dieron a sí mismos, primeramente, al Señor y luego a nosotros mediante la voluntad de Dios.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite