Efesios 5:2 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia2 y caminen en el amor sacrificial, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo en beneficio de nosotros, como ofrenda y sacrificio para Dios, como un olor agradable. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19602 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente2 Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)2 Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como esas ofrendas y víctimas cuyo olor agradable subía a Dios. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion2 y andad en amor, como el Mesías también nos amó, y se entregó por nosotros en ofrenda y sacrificio a Dios para olor fragante.° Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19752 Caminad en amor, como también Cristo os amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y víctima a Dios de calmante aroma. Gade chapit la |
En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la carne anuló su poder; por eso Dios se donó a sí mismo a través de su Hijo que vino en una condición humana, semejante a la de los pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado y por medio de la humanidad de Cristo, Dios derrotó al pecado.
Purifíquense de la levadura vieja para que puedan ser como masa nueva; pues ustedes son como los panes ázimos de la Pascua, que no tienen levadura, y nuestra vida, como una masa nueva, porque nuestra fiesta de Pascua, que es el paso de la muerte a la vida, ya fue celebrada, nuestro cordero pascual es Cristo, que fue sacrificado en la cruz.
¡la sangre de Cristo puede hacer muchísimo más, es mucho más poderosa y significativa! Él se ofreció a Dios como un sacrificio perfecto por el Espíritu eterno. Su sangre purifica nuestra conciencia del mal que hemos hecho, purifica nuestro ser por completo, para que así podamos adorar al Dios viviente.