Efesios 2:18 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

¹⁸ Por medio de Cristo, todos tenemos acceso al Padre en un mismo Espíritu.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ Ahora todos podemos tener acceso al Padre por medio del mismo Espíritu Santo gracias a lo que Cristo hizo por nosotros.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Y por él los dos pueblos llegamos al Padre en un mismo Espíritu.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ pues por medio de Él, los unos y los otros tenemos derecho a entrar por un mismo Espíritu al Padre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ porque por medio de él los unos y los otros tenemos acceso, en un solo Espíritu, al Padre.

Efesios 2:18 Referans Kwoze

Mateo 28:19

vivan constantemente mis enseñanzas, haciendo discípulos en todas las naciones, bautizándoles en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo;

Juan 10:7

Jesús les dijo nuevamente: – De cierto, de cierto les digo que yo soy la puerta de las ovejas.

Juan 10:9

Yo soy la puerta, si alguno entra a través de mí, será salvo, entrará y saldrá para encontrar alimento.

Juan 14:6

Jesús le contestó: – Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie llega al Padre si no es por mí.

Romanos 5:2

también por medio de Él, y a través de la fe por identidad, tenemos acceso a esta gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo, y nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Romanos 8:15

Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al temor, sino el Espíritu que los adopta como hijos y nos permite clamar: “¡Abba! ¡Padre!”.

1 Corintios 12:13

ya sean judíos o griegos, esclavos o libres, todos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar parte de un solo cuerpo; y todos fuimos alimentados por el mismo Espíritu.

1 Corintios 8:6

pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y nosotros fundamentamos nuestra existencia en Él.

Gálatas 4:6

Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones. Por eso cuando oramos a Dios, se nos permite llamarlo: ¡Abbá Padre! Es decir, ¡Papito querido!

Efesios 3:12

en quien tenemos la fe por identidad, que nos asegura el libre acceso a Dios con confianza.

Efesios 3:14

Por este motivo doblo mis rodillas ante el Padre,

Efesios 4:4

manténganse unidos, porque hay un solo cuerpo, un solo espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza de salvación,

Efesios 6:18

Oren constantemente en el espíritu, con todo tipo de oración, pidan la ayuda y dirección del Espíritu Santo, estén alertas y no se den por vencidos; en sus oraciones, intercedan siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios;

Colosenses 1:12

dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en la luz.

Hebreos 7:19

No logró perfeccionar nada. En cambio, ahora tenemos una nueva esperanza, mediante Cristo nos acercamos a Dios.

Santiago 3:9

Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella misma maldecimos a seres humanos y les levantamos calumnias, nos olvidamos de que el ser humano fue hecho a la imagen y semejanza de Dios.

1 Pedro 1:17

Porque si oran al Padre, Él no tiene favoritos y juzga a cada uno según su conducta. Entonces, permanezcan en respeto y temor a Dios mientras vivan en esta tierra;

1 Pedro 1:21

Todas las personas que a través de Jesucristo tienen fe en Dios, su fe y su esperanza están muy bien fundamentadas, ya que el mismo Dios lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria.

1 Pedro 3:18

También Cristo, murió por nuestros pecados una vez, un justo dando vida a los injustos, con el propósito de conducir a los inconversos a Dios, habiendo sufrido la muerte en la carne, pero viviendo en el Espíritu.

Judas 1:20

Pero ustedes, mis amados, edifíquense a sí mismos practicando una fe de identidad, conectados con el Espíritu Santo en constante oración, que es fruto de una intimidad con Dios que produce la identidad de Cristo en ustedes, reflejada en una transformación integral de vida y renovación continua por medio de la gracia de Dios.