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Colosenses 1:23 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

23 Si permanecen verdaderamente firmes y fundamentados en la fe por identidad, de manera que nada los inestabilice o los confunda, más bien manténganse constantes mediante la esperanza del Evangelio que recibieron, esta buena noticia que fue proclamada en todo el universo, este mensaje que transforma toda la existencia humana, del cual, yo Pablo, soy ministro.

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Biblia Reina Valera 1960

23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Pero deben seguir creyendo esa verdad y mantenerse firmes en ella. No se alejen de la seguridad que recibieron cuando oyeron la Buena Noticia. Esa Buena Noticia ha sido predicada por todo el mundo, y yo, Pablo, fui designado servidor de Dios para proclamarla.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Pero, por supuesto, perseveren en la fe; muéstrense firmes, cimentados en ella; no se desvíen de su esperanza, tengan siempre presente el Evangelio que han oído, que ha sido predicado a toda criatura en este mundo, y del que yo, Pablo, he llegado a ser encargado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 ya que en verdad permanecéis fundamentados en la fe, y firmes y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual ha sido proclamado en toda la creación que está debajo del cielo, del cual yo, Pablo, llegué a ser ministro.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 si es que permanecéis bien cimentados y firmes en la fe, y sin dejaros apartar de la esperanza del evangelio que habéis oído y ha sido proclamado a toda criatura bajo el cielo, y al cual yo, Pablo, he sido destinado como servidor.

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Colosenses 1:23
72 Referans Kwoze  

Y les dijo: – Vayan por todo el mundo, viviendo constantemente el Evangelio, compartiendo este mensaje de transformación con todas las criaturas.


pero yo he pedido a Dios que te ayude, para que te mantengas firme en la fe, y cuando te conviertas, fortalezcas a tus hermanos.


con una persona que edifica una casa, la cual cavó, profundizó y puso el fundamento sobre la roca. Aun cuando la lluvia descendió, los ríos crecieron, los vientos soplaron y golpearon fuertemente contra la casa, esta no sufrió ningún daño debido a que fue bien construida sobre la roca.


Si alguien no está unido a mí, será echado al fuego como rama seca, para que arda y desaparezca.


e inclusive fue parte de nosotros y ejerció el ministerio.


para hacerse cargo del ministerio apostólico, del cual Judas se desvió para seguir su propio camino.


pero recibirán poder sobrenatural cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, y serán mis testigos con sus propias vidas, no solo en Jerusalén, sino en toda Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra.


Cuando Bernabé llegó y experimentó la gracia de Dios que se manifestaba, se alegró y animó a todos a que tuvieran el mismo propósito y el mismo sentir de permanecer unidos en el Señor.


fortaleciendo y motivando a los discípulos, animándolos a continuar en la fe y enseñándoles que era necesario pasar por muchas aflicciones para entrar en el reino de Dios.


Estaban en Jerusalén personas piadosas de todas las naciones del mundo.


Sin embargo, no me importa si tengo que sacrificar mi propia vida, ya que mi gran objetivo es terminar mi carrera y cumplir satisfactoriamente con el ministerio que recibí del Señor Jesús, que es testificar solemnemente el Evangelio que transforma toda la existencia humana y es producto de la gracia de Dios.


Ahora, ponte en pie y escúchame; me he manifestado a ti con el propósito de designarte ministro y testigo de lo que has visto y experimentado de mí y de lo que te voy a revelar;


¡Solo en Jesús hay salvación! No hay otro nombre bajo el cielo por el cual los seres humanos podamos ser salvados.


Pero pregunto: ¿acaso no escucharon? ¡Claro que sí! “Por toda la tierra se difundieron sus voces, sus Palabras llegaron hasta los confines de la tierra habitada”.


para ser ministro de Jesucristo, como un sacerdote al servicio de los no judíos, dedicado a proclamar el Evangelio de Dios, a fin de que los no judíos lleguen a ser una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.


Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, glorifican a Dios y son honorables;


y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor sacrificial en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.


Por lo tanto, mis amados hermanos, estén firmes y constantes, progresando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.


¿Quién es Apolos? ¿Y quién es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según el talento que el Señor le asignó a cada uno.


Por la humildad y la bondad de Cristo, yo Pablo, les ruego que me escuchen: algunos dicen que soy tímido cuando estoy con ustedes, pero muy valiente cuando estoy lejos.


¿Son ministros de Cristo? ¡Qué locura! Yo lo soy más que ellos; he trabajado más duro, he sido encarcelado más veces, he recibido los azotes más severos y he estado en peligro de muerte repetidas veces.


Solo Dios nos hace capaces de ser ministros de la nueva alianza que Él ha hecho con su pueblo. Esta nueva alianza no está fundamentada en una ley escrita, sino en el Espíritu, porque la ley escrita condena a la muerte, en cambio el Espíritu lleva a la vida.


Debido a la misericordia de Dios tenemos este ministerio y no nos desanimamos.


Nosotros somos colaboradores de Dios, por eso los animamos a que no desprecien su gracia, sino que la reciban.


Estoy preocupado por ustedes, ¡tengo temor de que todo el trabajo duro que he hecho por ustedes haya sido inútil!


Porque nosotros, por el Espíritu, tenemos la esperanza de la justicia, que es la salvación a través de la fe.


¡Ustedes iban muy bien! ¿Quién les obstaculizó para que dejaran de creer en la verdad?


Siempre hagamos lo bueno, nunca nos cansemos de hacer el bien, porque en su debido tiempo, si no desistimos, cosecharemos.


que sean iluminados y abran sus mentes, para que vean la riqueza de la herencia que Dios ha preparado para su pueblo y sepan cual es la esperanza del llamado de Dios en Cristo,


De este modo, gracias a Cristo, todo el edificio queda bien unido y va creciendo hasta ser un templo santo para el Señor;


para que Cristo viva en ustedes por medio de la fe por identidad, y para que, mediante el amor sacrificial estén bien fundamentados y firmes en Dios;


el cuerpo entero depende de Él, Cristo va uniendo y coordinando todas las partes del cuerpo y cada miembro, según su función, hace lo que le corresponde, así todo el cuerpo crece y se fortalece por el amor sacrificial.


de la cual fui hecho ministro y servidor, conforme a la economía de la salvación que Dios me dio, para servirles a ustedes, con el propósito de anunciar intensa e integralmente la Palabra de Dios.


fundamentados y reedificados en Él, consolidados en la fe por identidad en Cristo, como fueron enseñados, abundando en acción de gracias.


para que no permitan que las dificultades y los problemas les hagan dudar, porque ustedes mismos saben que estamos sujetos a estas situaciones.


Por este motivo, no soportando más la incertidumbre sobre su bienestar, envié a Timoteo para informarme de cómo estaba su fe, que no ocurriera que por la presión de los problemas, el tentador los hubiese persuadido y nosotros hubiéramos perdido todo el trabajo apostólico que construimos juntos.


Pero nosotros vivimos en la verdad, tenemos dominio propio, vestidos con la coraza de la fe por identidad, practicamos el amor sacrificial y tenemos como escudo la esperanza de la salvación.


Que el mismo Señor Jesucristo y nuestro Dios Padre, que nos amó, que nos dio consuelo eterno y una esperanza fundamentada en la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo,


Doy gracias a Cristo Jesús, mi Señor, que me dio la oportunidad de dedicar mi vida al servicio del Evangelio, ya que me considera un fiel seguidor de su Palabra.


Con el propósito de anunciar el testimonio de Cristo en la cruz, fui predicador y apóstol, digo la verdad y no miento, también fui maestro de los gentiles, para transmitir una fe por identidad, de manera que vivan una verdad transformadora.


Sin lugar a duda, grandes son las verdades espirituales: que Dios a través de Jesucristo fue encarnado, fue justificado en el Espíritu, fue visto y vivido por los ángeles, fue predicado entre los gentiles, el mundo tuvo fe en Él y fue recibido en el cielo con gloria.


para que seamos justificados como consecuencia de la gracia salvadora y así mismo heredemos por medio de la esperanza, la vida eterna.


Porque el justo vivirá por la fe; pero no me agradará si por temor, retrocede”.


Porque nosotros hemos llegado a tener identidad en Cristo, con tal que permanezcamos firmes y obedientes a Dios hasta el final, tal como lo hicimos desde el comienzo.


pero Cristo, como Hijo superior en la familia de Dios, se responsabiliza de la casa, nosotros somos esta casa; somos la familia de Dios siempre y cuando nos mantengamos seguros y confiados de testificar la esperanza que tenemos.


Por lo tanto, teniendo a Jesús, el Hijo de Dios, como nuestro gran Sumo Sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos.


tenemos esa esperanza tan fuerte y segura como un ancla que nos sostiene. Y esta confianza nos la da Jesucristo, que penetró el velo y nos permite llegar a la presencia de Dios;


Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su infinita misericordia nos hizo renacer a cada uno hacia una esperanza viva y transformadora, por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,


destinada a los que han sido protegidos con el poder sobrenatural de Dios a través de una fe de identidad en Cristo para la salvación integral, lista para ser revelada en todo tiempo hasta la consumación de los siglos.


La unción, que es la consagración en la vida cristiana que ustedes recibieron de parte de Jesucristo a través del Espíritu Santo, siempre permanece en ustedes, y no hay ninguna necesidad de que alguna persona que no sea parte del grupo les enseñe, sino que la misma naturaleza de la unción o consagración les capacita y les enseña acerca de toda la doctrina cristiana. Esta unción es verdadera, no hay falsedad en ella y así como les enseñé a ustedes, siempre permanezcan unidos a Cristo y vivirán la auténtica consagración.


¡No tengas miedo de lo que estás por sufrir! Te advierto que el diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba y sufrirán aflicciones durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.


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