Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde bebía el vino, ¡ahí estaba Amán caído encima del reclinatorio en el cual estaba recostada Ester! Por lo cual el rey exclamó: ¿Querrá también violar a la reina en mi presencia y en mi propio palacio? Mientras hablaba el rey, los servidores cubrieron el rostro de Amán.