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Números 22:6 - Palabra de Dios para ti 2022

6 Ven ahora, te ruego, y maldíceme a este pueblo porque es demasiado poderoso para mí. Quizás yo pueda herirlo, y lo echaremos de la tierra, porque yo sé que al que tú bendigas será bendito y al que tú maldigas será maldito.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Ven, por favor, maldíceme a este pueblo, porque es demasiado poderoso para mí. De esa manera quizás yo pueda conquistarlos y expulsarlos de la tierra. Yo sé que sobre el pueblo que tú bendices, caen bendiciones y al pueblo que tú maldices, le caen maldiciones».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ven pues, por favor, y maldice a ese pueblo porque es más poderoso que yo. A lo mejor así puedo vencerlo y expulsarlo del país, porque sé que lo que tú bendices queda bendito y lo que maldices, maldito está.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Ven ahora, te ruego, y maldíceme a este pueblo porque es demasiado poderoso para mí. Quizá yo pueda herirlo, y lo echaremos de la tierra, porque yo sé que a quien tú bendigas, será bendito, y al que tú maldigas, será maldito.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Ven, pues, ahora y maldíceme a este pueblo; pues es más fuerte que yo. Tal vez así pueda yo derrotarlo y arrojarlo del país; pues sé que aquel a quien tu bendices queda bendito, y aquel a quien tú maldices queda maldito'.

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Números 22:6
23 Referans Kwoze  

Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré al que te maldiga. En ti serán bendecidas todas las familias de la tierra.


Pueblos te sirvan, Y naciones se inclinen ante ti. Sé ʼadón de tus hermanos, E inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, Y benditos los que te bendigan.


El mensajero que fue a llamar a Micaías le habló: Mira, las palabras de los profetas declaran a una sola voz el bien al rey. Sea, pues, tu palabra como la de ellos, y anuncia el bien.


Entonces el rey de Israel convocó a los profetas, unos 400 hombres, y les preguntó: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad o desistiré? Y ellos respondieron: ¡Sube, porque ʼAdonay la entregará en mano del rey!


Y el rey de Israel contestó a Josafat: Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Yavé, Micaías, hijo de Imla. Pero yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza el bien, sino siempre el mal. Y Josafat respondió: No hable así el rey.


porque no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, sino alquilaron a Balaam contra ellos para que los maldijera. Pero nuestro ʼElohim convirtió la maldición en bendición.


Que ellos maldigan, pero Tú, bendice. Cuando se levanten, sean avergonzados, Pero tu esclavo estará alegre.


Como pájaro que aletea y golondrina que vuela, Así la maldición sin causa no se cumple.


Ven falsedad, brujería mentirosa, y dicen: Yavé dijo. Yavé no los envió, pero esperan que Él confirme la palabra de ellos.


Recuerda, pueblo mío, lo que tramaba Balac, rey de Moab, y qué le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal. Recuerda para que reconozcas los hechos justicieros de Yavé.


Entonces ʼElohim dijo a Balaam: No vayas con ellos ni maldecirás al pueblo, porque es bendito.


porque ciertamente te honraré inmensamente y haré todo lo que me digas. Te ruego, ven ahora, maldíceme a este pueblo.


Entonces Balac le dijo: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual los veas, aunque solo verás un extremo de ellos, y no los verás a todos. ¡Maldícemelos desde allí!


Entonces Balac dijo a Balaam: ¡Ven, te ruego, te llevaré a otro lugar! ¡Quizás plazca ante ʼElohim que me los maldigas desde allí!


Se agazapa, se echa cual león. Y como leona, ¿quién lo hará despertar? ¡Benditos los que te bendigan, Y malditos los que te maldigan!


Aconteció que cuando íbamos a hablar con Dios, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos.


porque cuando ustedes subieron de Egipto, no salieron al camino a recibirlos con pan y agua, y porque alquilaron contra ti a Balaam, hijo de Beor, de Petor, de Mesopotamia para maldecirte.


Luego se levantó Balac, hijo de Zipor, rey de los moabitas, y peleó contra Israel, y envió a llamar a Balaam, hijo de Beor, para que los maldijera.


Y el filisteo preguntó a David: ¿Soy yo un perro para que vengas contra mí con palos? Y al invocar sus ʼelohim maldijo a David.


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