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Números 10:10 - Palabra de Dios para ti 2022

10 También en sus días de alegría, en sus fiestas solemnes señaladas y en los principios de sus meses, tocarán las trompetas durante sus holocaustos y sacrificios de paz. Les serán como recordatorio delante de su ʼElohim. ¡Yo, Yavé su ʼElohim!

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 También hagan sonar las trompetas en tiempos de alegría, en sus festivales anuales y al principio de cada mes. Además, toquen las trompetas cuando entreguen las ofrendas quemadas y las ofrendas de paz. Las trompetas le recordarán a su Dios el pacto que hizo con ustedes. Yo soy el Señor su Dios».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 En los días de alegría, en las fiestas y en las lunas nuevas, ustedes tocarán las trompetas durante el ofrecimiento de los holocaustos y sacrificios de comunión. Así harán que su Dios se acuerde de ustedes. Yo soy Yavé, Dios de ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Asimismo en vuestros días de alegría, en vuestras fiestas solemnes señaladas y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas durante vuestros holocaustos y sacrificios de vuestras ofrendas de paz, y os serán por memorial delante de vuestro Dios. ¡Yo soy YHVH vuestro Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 En vuestros días festivos, en las solemnidades y en los novilunios, tocaréis las trompetas durante vuestros holocaustos y sacrificios de comunión y vuestro Dios se acordará de vosotros. Yo, Yahveh, vuestro Dios'.

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Números 10:10
34 Referans Kwoze  

Pero él preguntó: ¿Por qué tienes que ir a hablar con él hoy? No es luna nueva, ni sábado. Ella respondió: Paz.


Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del Arca de ʼElohim, y Obed-edom y Jehías eran también porteros del Arca.


De esta manera todo Israel subía el Arca del Pacto de Yavé con aclamaciones al sonido de la corneta, con trompetas y címbalos muy resonantes y al son de salterios y arpas.


Hemán y Jedutún estaban con ellos con trompetas, címbalos resonantes y otros instrumentos para acompañar los cánticos a ʼElohim. Designó a los hijos de Jedutún para la puerta.


Se pusieron en pie los levitas con los instrumentos de David y los sacerdotes con las trompetas.


Toda la congregación se postró mientras elevaban cánticos y tocaban las trompetas, todo hasta cuando el holocausto fue consumido.


Los sacerdotes estaban en pie en sus puestos. Los levitas tenían los instrumentos de música de Yavé que el rey David hizo para alabar a Yavé, porque para siempre es su misericordia. Cada vez que él alababa por medio de ellos, los sacerdotes los acompañaban y tocaban las trompetas, y todo Israel permanecía en pie.


Cuando los albañiles echaron los cimientos del Templo de Yavé, se presentaron los sacerdotes y levitas, hijos de Asaf, con sus vestiduras, trompetas y címbalos para alabar a Yavé, según la ordenanza de David, rey de Israel.


Algunos de los hijos de los sacerdotes marchaban con trompetas: Zacarías, hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Matanías, hijo de Micaías, hijo de Zacur, hijo de Asaf,


Alábenlo con el sonido de la trompeta. Alábenlo con arpa y lira.


Soplen la corneta en la Nueva Luna en el día de nuestra fiesta,


Porque estatuto es para Israel, Ordenanza del ʼElohim de Jacob.


Inmensamente feliz es el pueblo que conoce el clamor de júbilo. Andarán a la luz de tu rostro, oh Yavé.


Cuando Aarón entre en el Santuario llevará los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón para memoria continua delante de Yavé.


Tomarás de los hijos de Israel el dinero de los sacrificios que apaciguan, y lo emplearás para el servicio del Tabernáculo de Reunión. El hacer sacrificio que apacigua por sus almas servirá como un memorial de los hijos de Israel delante de Yavé.


Acontecerá también aquel día que se tocará la gran trompeta. Vendrán los que fueron dispersados en la tierra de Asiria y los dispersados en la tierra de Egipto. Se postrarán ante Yavé en la Montaña Santa, en Jerusalén.


Habla a los hijos de Israel: El primer día del mes séptimo tendrán un reposo: una conmemoración con sonido de trompetas, una santa convocación.


Cuando entren en guerra en su país contra el enemigo que los ataca, tocarán las trompetas con alarma. Se les recordará ante Yavé su ʼElohim, y serán salvos de sus enemigos.


Al principio de cada mes ofrecerán en holocausto a Yavé dos becerros de la manada vacuna, un carnero y siete corderos añales sin defecto,


En el séptimo mes, el día primero del mes, tendrán santa convocación. No harán obra servil. Les será día de tocar las trompetas.


Vengan a Mí todos los que están agotados y cargados, y Yo los haré descansar.


Él lo miró, sintió terror y preguntó: ¿Qué quieres, Señor? Le contestó: Tus conversaciones con Dios y tus limosnas subieron como ofrenda de recuerdo ante Dios.


en un instante, en un pestañeo de ojo, al toque de la trompeta final, porque sonará. Los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.


Porque el Señor mismo con señal de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero.


Por tanto consuélense los unos a los otros con estas palabras.


les digan: Las aguas del Jordán fueron divididas delante del Arca del Pacto de Yavé cuando cruzó el Jordán. Las aguas del Jordán fueron cortadas, y estas piedras servirán como recuerdo a los hijos de Israel para siempre.


Siete sacerdotes llevarán siete cornetas de cuernos de carnero adelante del Arca. El séptimo día darán siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las cornetas.


El Espíritu y la esposa dicen: ¡Ven! Y el que escucha, diga: ¡Ven! Y el que tenga sed, venga, y el que quiera, reciba gratuitamente agua de vida.


David respondió: Mira, mañana es luna nueva, y yo debo sentarme a comer con el rey. Pero déjame salir y ocultarme en el campo hasta la noche del tercer día.


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