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Mateo 6:10 - Palabra de Dios para ti 2022

10 Venga tu reino. Que se haga tu voluntad en la tierra, como en el cielo.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.

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Mateo 6:10
44 Referans Kwoze  

¡Tú solo eres Yavé! Tú hiciste los cielos, El cielo de los cielos y toda su hueste, La tierra y todo lo que hay en ella, Los mares y todo lo que hay en ellos. Tú das vida a todos ellos, Y la hueste de los cielos se postra ante Ti.


Yo mismo consagré a mi Rey sobre Sion, Mi Montaña Santa.


Oh mi ʼElohim, hacer tu voluntad me agrada, Y tu Ley está dentro de mi corazón.


Acontecerá en los últimos días que la Montaña de la Casa de Yavé será establecida como cima de las montañas y se alzará sobre las colinas. Acudirán a ella todas las naciones.


Ciertamente vienen días en los cuales levantaré un Retoño justo para David, dice Yavé,y reinará como Rey. Obrará sabiamente, y ejecutará juicio recto y justicia en la tierra.


En los días de estos reyes, el ʼElah del cielo establecerá un reino que jamás será destruido, ni será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y consumirá a todos estos reinos. Pero él permanecerá para siempre,


Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada. Él hace lo que quiere en la hueste del cielo y en los habitantes de la tierra. No hay quien detenga su mano y le pregunte: ¿Qué haces?


Yo observaba en las visiones nocturnas. Vi Uno como un Hijo de Hombre que venía con las nubes del cielo. Llegó hasta el Anciano de Días y se presentó ante Él.


El reino, el dominio y la majestad de los reinos bajo todo el cielo será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es eterno. Todos los dominios le servirán y obedecerán.


¡Alégrate mucho, hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira a tu Rey que viene a ti, justo y victorioso, humilde, montado en un pollino de asna.


Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre celestial es mi hermano, hermana y madre.


En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí, ¡que de ningún modo prueben muerte hasta que vean que el Hijo del Hombre viene en su reino!


Fue de nuevo y habló con Dios por segunda vez: ¡Padre mío, si esto no puede pasar sin que lo beba, sea hecha tu voluntad!


Cambien de mente, porque el reino celestial llegó.


Desde entonces Jesús comenzó a predicar: Den la vuelta, porque el reino celestial se acercó.


No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino celestial, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial.


¡Bendito el reino de nuestro antepasado David que viene! ¡Hosanna en las alturas!


Cualquiera que haga la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.


Por cuanto Él estaba cerca de Jerusalén y porque ellos oían esto y pensaban que el reino de Dios ya iba a manifestarse, prosiguió y presentó una parábola:


y decía: ¡Bendito el Rey que viene en el Nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!


Padre, si quieres, aparta esta copa de Mí, pero que no se cumpla mi voluntad, sino la tuya. [[


Jesús les respondió: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y cumpla su obra.


Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que mira al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y Yo lo resucitaré el día final.


Si alguien quiere hacer la voluntad de Dios sabrá si la enseñanza es de Dios, o si Yo hablo de Mí mismo.


Después de quitarlo, les levantó a David como rey, de quien testificó: Hallé a David hijo de Isaí, un varón según mi corazón, quien hará todas las cosas según mis deseos.


Como no pudimos convencerlo, dijimos: ¡Que se haga la voluntad del Señor!


Entonces Ananías me dijo: El Dios de nuestros antepasados te escogió para que conozcas su voluntad, veas al Justo y oigas su voz.


No sean moldeados por este mundo, sino sean transformados por la renovación de la mente, para que comprueben la voluntad de Dios, la cual es buena, aceptable y perfecta.


No hagan un servicio al ojo, como los que tratan de complacer a la gente, sino como esclavos de Cristo. Hagan la voluntad de Dios con ánimo.


Quien nos rescató de la jurisdicción de la oscuridad y nos trasladó al reino del Hijo de su amor.


Por esto también nosotros, desde el día cuando oímos, no nos cansamos de hablar con Dios y pedir que ustedes sean llenos del pleno conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual,


Esta es la voluntad de Dios: su santificación, que ustedes se abstengan de la inmoralidad sexual.


Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.


¿No son todos los ángeles espíritus servidores, enviados para ayudar a los herederos de la salvación?


Porque es necesaria la paciencia, para que, después de hacer la voluntad de Dios, obtengan la promesa.


Entonces dije: Aquí vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en la cabecilla de un rollo fue escrito acerca de Mí.


los haga completos en todo lo bueno para que hagan la voluntad de Él, y Él haga en ustedes lo agradable delante de Él por medio de Jesucristo, a Quien sea la gloria por los siglos. Amén.


Porque así es la voluntad de Dios, que por hacer bien, callen la ignorancia de los hombres insensatos.


para no vivir el tiempo que le queda en el cuerpo en pasiones humanas, sino en la voluntad de Dios.


El séptimo ángel tocó la trompeta, y se produjeron grandes voces en el cielo, que decían: ¡El reino del mundo es de nuestro Señor y de su Cristo, y reinará por los siglos de los siglos!


Entonces escuché una gran voz en el cielo que decía: ¡Ahora llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la soberanía de su Cristo, porque fue echado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba de día y de noche delante de nuestro Dios!


Escuché una voz como de mucha multitud, como ruido de muchas aguas, y como estruendo de fuertes truenos, que decía: ¡Aleluya! Porque el Señor Dios Todopoderoso reina.


Vi tronos. A los que se sentaron en ellos se les dio autoridad para juzgar. También vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios. Éstos no adoraron a la bestia ni a su imagen, ni recibieron la marca en la frente ni en su mano. Vivieron y reinaron con Cristo 1.000 años.


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