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Lucas 5:12 - Palabra de Dios para ti 2022

12 Cuando Él estaba en una ciudad vio a un leproso. Éste miró a Jesús, se postró y le rogó: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 En una de las aldeas, Jesús conoció a un hombre que tenía una lepra muy avanzada. Cuando el hombre vio a Jesús, se inclinó rostro en tierra y le suplicó que lo sanara. —¡Señor! —le dijo—, ¡si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Estando Jesús en uno de esos pueblos, se presentó un hombre cubierto de lepra. Apenas vio a Jesús, se postró con la cara en tierra y le suplicó: 'Señor, si tú quieres, puedes limpiarme.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Aconteció que estando Él en una de las ciudades, había allí° un varón cubierto de lepra; y al ver a Jesús, cayó sobre su rostro, y le rogó diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Estaba él en una ciudad y había allí un hombre cubierto de lepra. Al ver éste a Jesús, se postró ante él y le suplicó: 'Señor, si quieres, puedes dejarme limpio'.

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Lucas 5:12
27 Referans Kwoze  

¿Hay algo imposible para Yavé? Volveré a ti según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo.


Al verlo, toda la gente cayó sobre su rostro y dijo: ¡Yavé es ʼElohim! ¡Yavé es ʼElohim!


Naamán, general del ejército del rey de Siria, era un hombre muy estimado por su ʼadón porque Yavé dio victoria a Siria por medio de él. Era además muy valiente, pero leproso.


Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tu descendencia para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.


Había cuatro leprosos en la entrada de la puerta. Se dijeron: ¿Por qué nos quedamos aquí hasta morir?


Al levantar David sus ojos, vio al Ángel de Yavé, quien estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de tela áspera.


Invócame en el día de la angustia. Te libraré, Y tú me honrarás.


Me invocará Y Yo le responderé. Estaré con él en la angustia. Lo libraré y lo glorificaré.


Además Yavé le dijo: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió su mano en su seno, y cuando la sacó, vio que su mano estaba leprosa como la nieve.


Pero si la carne viva cambia y se vuelve blanca, entonces irá al sacerdote,


Entonces de la Presencia de Yavé salió fuego, y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo y se postraron sobre sus rostros.


Jesús estaba en casa de Simón el leproso en Betania.


Al llegar a la casa, los ciegos acudieron a Él. Jesús les preguntó: ¿Creen ustedes que puedo hacer esto? Le respondieron: Sí, Señor.


y le suplicaba: Mi hijita está cerca de la muerte. Vé, pon las manos sobre ella para que sane.


Se postró a sus pies y le daba gracias. Era un samaritano.


Extendió la mano, lo tocó y le dijo: ¡Quiero, sé limpiado! Al instante la lepra desapareció.


En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar con diligencia todo lo que les enseñen los sacerdotes levitas, y en obrar conforme a ello. Como les mandé a ellos, así harás con cuidado.


Por tanto puede también salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, y vive siempre para interceder por ellos.


Él dijo: No. Más bien ciertamente vengo ahora como Capitán de la hueste de Yavé. Y Josué se postró en tierra sobre su rostro y le dijo: ¿Qué dice mi ʼAdonay a su esclavo?


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