Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Lucas 11:2 - Palabra de Dios para ti 2022

2 Les contestó: Cuando hablen con Dios, digan: Padre, santificado sea tu Nombre. Venga tu reino.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Jesús dijo: —Deberían orar de la siguiente manera: »Padre, que siempre sea santificado tu nombre. Que tu reino venga pronto.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Les dijo: 'Cuando recen, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Les dijo: Cuando oréis, decid: Padre,° santificado sea tu nombre. Venga tu reino.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Él les dijo: 'Cuando vayáis a orar, decid: Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino.

Gade chapit la Kopi




Lucas 11:2
45 Referans Kwoze  

escucha Tú desde el cielo, el lugar de tu morada. Haz conforme a todo lo que el extranjero te pida, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu Nombre, a fin de que te teman como tu pueblo Israel y sepan que esta Casa que construí está consagrada a tu Nombre.


Ahora pues, oh Yavé ʼElohim nuestro, te ruego que nos salves de su mano, y que todos los reinos de la tierra sepan que solo Tú, oh Yavé, eres ʼElohim.


y dijo: Oh Yavé ʼElohim de nuestros antepasados, ¿no eres Tú el ʼElohim del cielo, Quien gobierna todos los reinos de las naciones? ¿No hay en tu mano tal fuerza y poder que nadie puede resistir?


Bendigan a Yavé, ustedes sus ángeles, Poderosos en fortaleza, Que ejecutan su Palabra, Al obedecer la voz de su mandato.


Exaltado seas por encima de los cielos, oh ʼElohim, Y tu gloria por encima de toda la tierra.


Yavé está en su santo Templo. Yavé tiene en los cielos su trono. Sus ojos observan, Sus párpados examinan a los hijos de los hombres.


Exaltado seas sobre los cielos, oh ʼElohim. Y tu gloria sea por encima de toda la tierra.


No te apresures con tu boca. Ni se apremie tu corazón a expresar palabra ante ʼElohim, Porque ʼElohim está en el cielo y tú en la tierra. Por tanto, sean pocas tus palabras.


Pero Tú eres nuestro Padre. Aunque Abraham nos ignora e Israel no nos reconoce, Tú, oh Yavé, eres nuestro Padre. Redentor nuestro, desde la eternidad es tu Nombre.


Yo santificaré mi gran Nombre que fue profanado entre las naciones adonde fueron, el cual ustedes profanaron en medio de ellas. Y las naciones sabrán que Yo soy Yavé, dice ʼAdonay Yavé, cuando sea santificado en ustedes a vista de ellos.


Pero ʼElah existe en los cielos, Quien revela los misterios, Quien informa al rey Nabucodonosor lo que acontecerá en los últimos días. Este fue tu sueño y las visiones que tuviste en tu cama:


En los días de estos reyes, el ʼElah del cielo establecerá un reino que jamás será destruido, ni será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y consumirá a todos estos reinos. Pero él permanecerá para siempre,


Después los santos del Altísimo recibirán el reino, y lo poseerán por toda la eternidad, por todas las edades venideras.


El reino, el dominio y la majestad de los reinos bajo todo el cielo será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es eterno. Todos los dominios le servirán y obedecerán.


Tomen palabras y regresen a Yavé. Díganle: Quita toda iniquidad, acéptanos con benevolencia. Te ofreceremos el fruto de nuestros labios.


Entonces Moisés dijo a Aarón: Esto es lo que Yavé habló: Entre los que se acercan a Mí seré santificado, y en la presencia de todo el pueblo seré reverenciado. Aarón guardó silencio.


Podrás ofrecer un becerro o un carnero deforme como ofrenda voluntaria, pero no será aceptado como ofrenda votiva.


Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Yavé como las aguas cubren el mar.


Cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de mi Padre celestial.


Cambien de mente, porque el reino celestial llegó.


Así alumbre su luz delante de los hombres, de manera que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre celestial.


Cuando Él terminó de hablar con Dios en un lugar, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a hablar con Dios, como Juan enseñó a sus discípulos.


Me dirijo a todos los amados de Dios que están en Roma, llamados santos: Gracia a ustedes y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Porque no recibieron un espíritu de esclavitud que los guíe otra vez al temor, sino recibieron el Espíritu de adopción, por Quien clamamos: ¡Abba! (¡Padre!)


Gracia y paz a ustedes de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Gracia a ustedes y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Quien se dio por nuestros pecados para librarnos de la presente era perversa, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,


Gracia y paz a ustedes de nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Gracia y paz a ustedes de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Al Dios y Padre nuestro sea la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.


a los santos y fieles hermanos en Cristo de Colosas. Gracia y paz a ustedes de Dios nuestro Padre.


Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. Gracia y paz a ustedes.


y recordamos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro la obra de su fe, el trabajo del amor, y la perseverancia en la esperanza de nuestro Señor Jesucristo.


El mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios nuestro Padre, Quien nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,


El séptimo ángel tocó la trompeta, y se produjeron grandes voces en el cielo, que decían: ¡El reino del mundo es de nuestro Señor y de su Cristo, y reinará por los siglos de los siglos!


¿Quién no te temerá, oh Señor, Y glorificará tu nombre? Porque solo Tú eres santo. Por lo cual todas las naciones estarán presentes y adorarán delante de Ti, Porque tus acciones justas se manifestaron.


Escuché una voz como de mucha multitud, como ruido de muchas aguas, y como estruendo de fuertes truenos, que decía: ¡Aleluya! Porque el Señor Dios Todopoderoso reina.


Vi tronos. A los que se sentaron en ellos se les dio autoridad para juzgar. También vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la Palabra de Dios. Éstos no adoraron a la bestia ni a su imagen, ni recibieron la marca en la frente ni en su mano. Vivieron y reinaron con Cristo 1.000 años.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite