Levítico 7:24 - Palabra de Dios para ti 2022

²⁴ La grasa de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero ciertamente no la comerán.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁴ La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comeréis.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ Nunca deberás comer la grasa de un animal encontrado muerto o despedazado por animales salvajes, aunque puede usarse para cualquier otro propósito.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ La grasa de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero no la comerán.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ La grasa de animal muerto o la grasa de animal despedazado podrán servir para cualquier uso, pero ciertamente no la comeréis.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ La grasa de un animal muerto o despedazado podrá utilizarse para cualquier otro uso, pero no la comeréis.

Levítico 7:24 Referans Kwoze

Éxodo 22:30

Lo mismo harás con el de tu buey y con el de tu oveja. Siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.

Éxodo 22:31

Me serán hombres santos. No comerán carne despedazada en el campo. La echarán a los perros.

Ezequiel 4:14

Y dije: ¡Ay, ʼAdonay Yavé! En verdad, nunca fui contaminado. Desde mi juventud hasta ahora, no comí cosa mortecina ni despedazada por las fieras, ni entró en mi boca carne repugnante.

Ezequiel 44:31

Los sacerdotes no comerán algún animal mortecino o destrozado, sean aves o cuadrúpedos.

Levítico 17:15

Cualquier persona, sea nativo o extranjero, que coma animal mortecino o destrozado por fieras, lavará sus ropas, se lavará con agua y será impura hasta llegar la noche. Entonces quedará purificada.

Levítico 22:8

Nada mortecino ni despedazado por fiera comerá, porque será contaminado por ello. Yo, Yavé.

Levítico 7:25

Porque cualquiera que coma la grasa del animal del cual se ofrece sacrificio que apacigua a Yavé será cortada de su pueblo.

Deuteronomio 14:21

Ningún animal mortecino comerán. Lo podrás dar al extranjero que está en tus ciudades. Él podrá comerlo o venderlo al extranjero. Porque tú eres un pueblo santo para Yavé tu ʼElohim. No cocinarás el cabrito en la leche de su madre.