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Jueces 11:27 - Palabra de Dios para ti 2022

27 Así que yo no pequé contra ti, pero tú haces mal conmigo al combatir contra mí. ¡Yavé, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

27 Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo peleando contra mí. Jehová, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Por lo tanto, yo no pequé contra ti. Más bien, tú me hiciste daño al atacarme. Que el Señor, quien es juez, decida hoy quién de nosotros tiene la razón: si Amón o Israel».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Yo no te he perjudicado, así que actúas mal conmigo haciéndome la guerra. Que Yavé, el Juez, juzgue ahora entre los israelitas y los amonitas'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Así que yo no he pecado contra ti, y tú haces mal conmigo al combatir contra mí. ¡YHVH, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Yo, pues, no he pecado contra ti; y en cambio, tú me haces daño al declararme la guerra. ¡Que Yahveh, el juez, juzgue hoy entre los israelitas y los amonitas!'.

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Jueces 11:27
27 Referans Kwoze  

Entonces Saray dijo a Abram: ¡Mi afrenta sea sobre ti! Yo puse a mi esclava en tu seno, y ella, al ver que está embarazada, me mira con desprecio. Juzgue Yavé entre tú y yo.


¡Lejos de ti hacer tal cosa! ¿Que muera el justo con el perverso, y que el justo sea como el perverso? ¡Lejos de Ti! ¿El Juez de toda la tierra no hará justicia?


¡El ʼElohim de Abraham, de Nacor y de sus antepasados, juzgue entre nosotros! Pero Jacob juró por el Temor de su padre Isaac.


¡Oh ʼElohim nuestro! ¿Tú no los castigarás? Porque no hay fuerza en nosotros contra esta gran multitud que viene contra nosotros, ni sabemos qué hacer. Por eso volvemos nuestros ojos a Ti.


Allí el justo podría razonar con Él, y yo quedaría libre para siempre de mi Juez.


A Él yo, aunque sea recto, no me atrevo a responder. Más bien imploro la clemencia de mi Juez.


Los cielos proclamarán su justicia, Porque ʼElohim es el Juez. Selah


ʼElohim es Juez justo. Es un ʼElohim que sentencia cada día.


Sino ʼElohim es el Juez. A éste humilla y a aquél enaltece.


Levántate, oh ʼElohim, juzga la tierra, Porque Tú posees todas las naciones.


¡Levántate, oh Juez de la tierra, Da la recompensa a los soberbios!


Delante de Yavé, Porque Él viene a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con equidad.


Alégrate, oh joven, en tu juventud, Y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón Y los deseos de tus ojos. Pero sabe que por todas estas cosas te juzgará ʼElohim.


Porque ʼElohim llevará toda obra a juicio, Junto con toda cosa oculta, Sea buena o sea mala.


¿Por qué? ¿Porque no los amo? Dios sabe.


Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hizo mientras estuvo en el cuerpo, sea bueno o malo.


Por lo demás, la corona de justicia me está reservada, la cual el Señor, Juez justo, me dará en aquel día, y no solo a mí, sino también a todos los que tienen en alta estima su aparecimiento.


a la congregación de inscritos en los cielos, a Dios, el Juez de todos, a espíritus de justos perfeccionados,


Pero el rey de los hijos de Amón no escuchó las palabras que Jefté le envió a decir.


Los adversarios de Yavé son destrozados. Contra ellos truena desde el cielo. Yavé juzgará los confines de la tierra, Dará fortaleza a su Rey Y exaltará el cuerno de su Ungido.


¡Yavé juzgue entre tú y yo, y que Yavé me vengue de ti! Pero mi mano no se levantará contra ti.


Como dice el proverbio de los antiguos: De los perversos sale la perversidad. Pero mi mano no se levantará contra ti.


Yavé sea el Juez, y juzgue entre tú y yo, y defienda mi causa y me libre de tu mano.


Cuando David terminó de decir esas palabras a Saúl, aconteció que Saúl dijo: ¿Es esta tu voz, hijo mío David? Entonces Saúl alzó su voz y lloró.


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