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Juan 9:34 - Palabra de Dios para ti 2022

34 Ellos respondieron: Tú naciste completamente en pecados, ¿y nos enseñas? Y lo expulsaron de la congregación.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

34 Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 —¡Tú naciste pecador hasta la médula! —le respondieron—. ¿Acaso tratas de enseñarnos a nosotros? Y lo echaron de la sinagoga.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Le contestaron ellos: 'No eres más que pecado desde tu nacimiento, ¿y pretendes darnos lecciones a nosotros?' Y lo expulsaron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Respondieron y le dijeron: Por entero naciste tú en pecados, ¿y tú nos enseñas? Y lo echaron fuera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Respondiéronle ellos: 'Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?'. Y lo arrojaron fuera.

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Juan 9:34
34 Referans Kwoze  

Pero respondieron: ¡Quítate de ahí! Y añadieron: Es el único que vino como forastero, ¿y pretende erigirse en juez? ¡Ahora te trataremos peor que a ellos! Y al arremeter violentamente contra Lot, intentaban forzar la puerta.


Cuando el profeta le hablaba estas cosas, él respondió: ¿Te designamos a ti como consejero del rey? Déjate de eso. ¿Por qué quieres que te maten? Entonces el profeta desistió, pero agregó: Yo sé que ʼElohim determinó destruirte, porque hiciste esto y no atendiste mi consejo.


¿Quién limpiará lo impuro? ¡Nadie!


¿Cómo puede el hombre justificarse ante ʼElohim? ¿Y cómo puede ser puro el nacido de mujer?


Mira que en iniquidad fui formado, Y en pecado me concibió mi madre.


Él respondió: ¿Quién te designó como príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas asesinarme como asesinaste al egipcio? Entonces Moisés tuvo temor y dijo: ¡Ciertamente el asunto fue conocido!


Echa fuera al escarnecedor, y se irá la discordia, Y también saldrán la contienda y las afrentas.


¿Has visto a alguien sabio en su propia opinión? Más se puede esperar de un necio que de él.


El hombre que al ser reprendido es indómito, Será quebrantado de repente, Y no habrá para él medicina.


Ellos dicen: Quédate en tu lugar. No te acerques, porque estoy más consagrado que tú. Éstos son como el humo de mi furor, como fuego que arde todo el día.


Escuchen la Palabra de Yavé ustedes los que tiemblan ante su Palabra: Dicen sus hermanos que los aborrecen y los echan fuera por causa de mi Nombre: ¡Que Yavé sea glorificado! Pero Él se mostrará para gozo de ustedes, y ellos serán avergonzados.


Entonces uno de los doctores de la Ley le respondió: Maestro, al decir estas cosas también nos ofendes a nosotros.


Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.


En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niño, que de ningún modo entre en él.


Inmensamente felices serán cuando los hombres los aborrezcan, cuando los excluyan, insulten y rechacen su nombre por causa del Hijo del Hombre.


Todo lo que el Padre me da, vendrá a Mí. El que viene a Mí, que de ningún modo Yo lo eche fuera.


Ustedes hacen las obras de su padre. Le contestaron: Nosotros no nacimos de inmoralidad sexual. Un Padre tenemos: Dios.


Sus discípulos le preguntaron: Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?


Sus padres dijeron esto porque temían a los judíos, pues estos ya habían acordado que si alguno lo confesaba como el Cristo, fuera expulsado de la congregación.


Jesús oyó que lo expulsaron, y cuando lo halló le preguntó: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre?


Algunos fariseos que estaban con Él oyeron esto y le preguntaron: ¿Nosotros también somos ciegos?


Pero Dios juzgará a los de afuera. ¡Expulsen al perverso de entre ustedes!


Nosotros, judíos por naturaleza, y no pecadores de entre los gentiles,


Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo fuimos llevados de acá para allá por los deseos apasionados de nuestra naturaleza humana. Hacíamos la voluntad del cuerpo y de la mente. Éramos por naturaleza hijos de ira, como los demás.


Igualmente los varones jóvenes, sométanse a los ancianos, y todos unos a otros, vístanse de humildad, porque: Dios resiste a los arrogantes y da gracia a los humildes.


Por esto, cuando yo vaya le recordaré las obras que hace al acusarnos con palabras perversas. Y no satisfecho con éstas palabras, no solo no recibe a los hermanos, sino impide y expulsa de la iglesia a los que quieren recibirlos.


Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, quien desea ser el primero de ustedes, no nos recibe.


y que ninguno pueda comprar o vender, sino el que tenga la marca, el nombre de la bestia o el número de su nombre.


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