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Juan 9:31 - Palabra de Dios para ti 2022

31 Sabemos que Dios no oye a pecadores, pero sí oye a quien es temeroso de Él y hace su voluntad.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores pero está dispuesto a escuchar a los que lo adoran y hacen su voluntad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Es sabido que Dios no escucha a los pecadores, pero al que honra a Dios y cumple su voluntad, Dios lo escucha.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Sabemos que Dios no oye a los pecadores, pero si alguien es temeroso de Dios y hace su voluntad, a éste oye.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; sino que al hombre temeroso de Dios y cumplidor de su voluntad, a ése es a quien escucha.

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Juan 9:31
41 Referans Kwoze  

Así ocurrió que cuando ʼElohim destruyó las ciudades de la llanura, ʼElohim se acordó de Abraham. Por eso sacó a Lot de en medio de la destrucción de las ciudades en las cuales Lot se estableció.


Devuelve ahora a la esposa de ese hombre, porque es profeta. Él conversará con Dios por ti, y vivirás. Pero si no la devuelves, sabes que de cierto morirás, tú y todos los tuyos.


Entonces claman, pero Él no responde, por la arrogancia de los perversos,


porque ciertamente ʼEL no escucha el falso clamor. ʼEL-Shadday no lo tiene en cuenta.


Tomen, pues, siete becerros y siete carneros, y vayan a mi esclavo Job y ofrezcan holocausto por ustedes. Mi esclavo Job intercederá por ustedes, porque Yo levantaré su rostro, para no hacer con ustedes conforme a su insensatez, pues no hablaron de Mí lo recto, como mi esclavo Job.


Por tanto Él dijo que los destruiría. Si no fuera porque Moisés su escogido, Se puso en la brecha delante de Él Con la intención de que no los destruyera.


Enséñame a hacer tu voluntad, Porque Tú eres mi ʼElohim, Que tu buen Espíritu me guíe por tierra nivelada.


Cumplirá el deseo de los que le temen. Escuchará también su clamor, Y los salvará.


Clamaron, pero no hubo quien los librara, Aun a Yavé, pero no les respondió.


Oh mi ʼElohim, hacer tu voluntad me agrada, Y tu Ley está dentro de mi corazón.


Moisés y Aarón estuvieron entre sus sacerdotes, Y Samuel estuvo entre los que invocaron su Nombre. Invocaban a Yavé, y Él les respondía.


Yavé está lejos de los perversos, Pero escucha la oración de los justos.


El que cierra sus oídos al clamor del pobre No será escuchado cuando grite.


Al que aparta su oído para no oír la Ley, Aun su oración es una repugnancia.


Cuando extiendan sus manos, esconderé de ustedes mi Presencia. Y aunque multipliquen sus oraciones, no escucharé. Sus manos están llenas de sangre.


Entonces invocarás, y Yavé te escuchará. Clamarás, y Él dirá: ¡Aquí estoy! Si quitas de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador y el hablar perversidad,


Por tanto, Yavé dice: En verdad Yo traigo una aflicción sobre ellos de la cual no podrán escapar. Clamarán a Mí, pero Yo no los escucharé.


Cuando ayunen, no escucharé su clamor. Cuando ofrezcan holocaustos y ofrenda, no los aceptaré, sino los consumiré con espada, hambre y pestilencia.


Entonces Yavé me dijo: Aunque Moisés y Samuel se coloquen delante de Mí, no me conmoveré por este pueblo. Échalos, que salgan de mi Presencia.


Por tanto Yo también los trataré con furor. Mi ojo no tendrá compasión, ni perdonaré. Claman a gran voz a mis oídos, y no los escucho.


Entonces claman a Yavé, pero Él no responderá. Esconderá su rostro en ese tiempo, porque hicieron obras perversas.


Aconteció que, así como Él llamó y no escucharon, también ellos llamaron y Yo no escuché, dice Yavé de las huestes.


Ahora también sé que todo lo que Tú pidas a Dios, te lo dará.


Ustedes no me eligieron, sino Yo los elegí y los coloqué para que ustedes vayan y den fruto, y su fruto permanezca, a fin de que les dé todo lo que pidan al Padre en mi Nombre.


Jesús les respondió: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y cumpla su obra.


Si alguien quiere hacer la voluntad de Dios sabrá si la enseñanza es de Dios, o si Yo hablo de Mí mismo.


El hombre respondió: Lo asombroso es que ustedes no sepan de dónde es, y a mí me abrió los ojos.


Jamás se oyó que alguien abrió los ojos de uno que nació ciego.


Entonces se volvieron y lloraron delante de Yavé, pero Yavé no escuchó su voz ni les prestó oído.


Entonces dije: Aquí vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en la cabecilla de un rollo fue escrito acerca de Mí.


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